Lulu on the bridge

Autor literario más que consagrado, capaz de obras tan desiguales como la Trilogía de Nueva York y tan maravillosa como El palacio de la Luna, Paul Auster tiene también vocación de cineasta, como ya demostró en su díptico Smoke y Blue in the face, realizadas al alimón con Wayne Wang.

Ahora, ya en solitario, nos trae esta Lulu on the bridge, tan llena de originalidad e íntimo dramatismo como sus mismos libros. Es ésta la historia de una chica que quiere ser actriz y goza de la oportunidad de encarnar a la mítica Lulú, la devoradora de hombres. Su encuentro con un saxofonista retirado tras un tiroteo desencadenará el drama, potenciado por una misteriosa piedra fosforescente que supone la aportación mágica tan habitual en el mundo de Auster.

Obra clásica, comedida en lo formal, su autor no ha querido hacer ningún film rupturista, sino que ha confiado en la fuerza y originalidad del argumento como motor de su calidad. Un buen plantel de actores amigos (y famosos) le ha ayudado en ello, dando respaldo comercial al film.