Pelicula:

Olivier Assayas es un ya veterano guionista y director francés que comenzó a rodar largometrajes en los años ochenta. Lo cierto es que, poco a poco, se ha ido labrando una reputación y hoy por hoy es un cineasta que goza de prestigio en su país y en Europa Occidental. Su cine es un tanto discursivo: se apoya fundamentalmente en la palabra; es buen dialoguista, y sus conversaciones son buenas, a veces muy buenas, de alto nivel. Así, sus últimas películas, Viaje a Sils Maria (2014) y Personal Shopper (2016), estaban trufadas de constantes diálogos, que eran a la vez su virtud y su defecto. Algo así pasa con esta peculiar Dobles vidas, en la que la verborragia resulta, a veces, estomagante: tanta cháchara, aunque sean brillantes diálogos, acerados y acerbos, termina cansando al espectador que tiene costumbre de ver cine “raro”, para entendernos, cuánto más aquel otro que busca mero entretenimiento.

Otra de las peculiaridades del cine de Assayas, al menos el de su última etapa, es la localización de sus historias siempre en entornos de alto o muy alto nivel artístico y/o cultural: sus personajes tienen, por supuesto, totalmente cubiertas sus necesidades vitales, son escritores, o pintoras, o editores, o jefas de gabinete de políticos, o actrices de primera línea... aquí no hay lugar para cajeros de Carrefour ni para conductores de metro... Ese elitismo es también cargante, aunque reconocemos que el hecho de que los diálogos sean tan buenos, y que el nivel intelectual sea elevado reconcilia con el cine, ese que actualmente no sabe escribir un diálogo sin incluir cada tres palabras un “tío” o un taco.

París, en nuestros días: Leonard es un novelista que escribe siempre sobre las historias que le acontecen a él mismo. Alain, su habitual editor, esta vez le da calabazas con su nueva novela, al considerar que Leonard se repite, está estancado y no aporta nada nuevo. Sin embargo, Selena, la mujer de Alain, actriz de una muy popular serie televisiva, y que tiene una aventura amorosa con Leonard, apoya frente a su marido la publicación de esa novela. A su vez, Alain tiene un “affaire” con la experta en temas digitales de su editorial...

Los temas, además de los muy civilizados “cuernos” con que se adornan las parejas protagonistas, son casi infinitos, todos exquisitos y todos modernísimos: la dicotomía lectura analógica (libros de papel) vs. lectura digital (e-books, tablets); el futuro, hacia donde va, tanto en el terreno editorial como en el universo mundo; las relaciones personales como fuente de inspiración para la creación literaria y su ética (o falta de ética)... Y así casi “ad infinitum”. Tiene también el film un tono de humor muy sutil, que en el último tramo se acrecienta, incluso con alguna autorreferencia, que no destriparemos, pero que confirma que Assayas y sus intérpretes no se toman demasiado en serio a sí mismos, lo cual cae francamente bien.

Discursiva pero elegante, inteligente pero con tendencia a las peroratas, Dobles vidas termina siendo una película interesante aunque quizá excesiva. De todas formas, no estamos sobrados de este tipo de cine culto y cultivado, que aunque parezca lo mismo, no lo es. En cuanto a los actores, brilla como siempre Juliette Binoche, que últimamente se está convirtiendo en la musa de Assayas, y que atraviesa una excelente etapa profesional, con una madurez desarmante; y encima de todo, últimamente no le suelen dar dramones, como tan habitual era en ella...


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108'

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Dobles vidas - by , Apr 13, 2019
2 / 5 stars
Cine culto y cultivado