El cine italiano, que siempre nos ha resultado tan conocido y tan cercano a nosotros, resulta ahora casi un desconocido. Tal vez por el propio carácter latino, se asemejaba mucho al español tanto en el tratamiento de temas más o menos similares como en los presupuestos con que contaba a la hora de hacer una película. De ahí tal vez esa mutua colaboración que se prestaron ambas cinematografías cuando en su momento decidieron hacer westerns y otros muchos géneros que con frecuencia tomaban de otras cinematografías extranjeras.
Hoy día hasta los nombres de los directores o actores nos van resultando cada vez más desconocidos o nos vamos encontrando ya con los hijos, en una nueva generación que no es la que conocíamos de hace unos años. Así, este Ricky Tognazzi resulta ser hijo del actor Ugo Tognazzi, a quien dedica este film.
Si se nos apura, Ricky Tognazzi no se nos antoja totalmente desconocido tras estos precedentes y el haber visto en España otra cinta suya, titulada Rejas de cristal.
Centrándonos en el film que nos ocupa, se trata de diseñar un retrato de un sector de la sociedad actual, el de una juventud problemática, violenta, metida en drogas, y que en esta caso es además aficionada al fútbol, donde desfogan sus pasiones por unos colores y ocultan al mismo tiempo el odio a una sociedad que les deja sin trabajo. El tema se podía ambientar igualmente en otro lugar, pero sería generalizar. Tognazzi dirige con corrección a unos actores casi desconocidos, y su labor fue premiada con el Oso de Plata en Berlín, dos David de Donatello y dos Premios Felix de la Academia de Cine Europeo.
Norte-Ultras-Sur -
by Francisco Casado López,
Oct 07, 2012
1 /
5 stars
Violencia, drogas y fútbol
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