Una vez más el cine norteamericano se apoya en una serie televisiva, Los Soprano, que estuvo durante seis temporadas en antena, para sacar un argumento que llevar a la gran pantalla, en este caso en forma de precuela de la historia de uno de los personajes.
Esta película, que se inicia en el verano de 1967, hace una especie de mirada retrospectiva a los años finales de los 60 y principios de la década de los 70, con un clima de violencia y racismo, con la guerra de Vietnam de fondo, que son los de la formación del gángster de Nueva Jersey, Tony Soprano, con un padre en la cárcel y una madre neurótica, cuyos componentes de esa familia ya se trató ampliamente en la serie televisiva de igual nombre. El chico crece en uno de los años más tumultuosos de Newark de New Jersey, admirando en todo momento a su tío Dick Moltisanti, aunque su comportamiento no es el más ejemplar debido a sus acciones delictivas y los crímenes que comete, no obstante se convierte en un hombre de provecho cuando los gángsters se levantan contra su poderosa familia.
Más que la infancia de Tony Soprano lo que se nos ofrece es el ambiente en el que creció y las personas que le rodearon, como su tío Dick, que se convierte en protagonista de este relato; Janice, su hermana; su abuelo John Francis Soprano, que un día se presenta con una nueva esposa italiana, Giuseppina, que terminará siendo la amante de Dick; Harold McBrayer, el gángster afroamericano que crea tensión entre los italoamericanos, que tras trabajar para él se independiza y le opone resistencia en las actividades delictivas y amorosas, etc. Uno de sus miembros es el tío Dick Moltisanti, al que adora, y éste le ayudará a ser un adolescente y más tarde se convertirá en el todopoderoso jefe de la mafia Tony Soprano.
Confesamos que no vimos la serie y no sabemos qué relación tienen estos personajes con los de la historia televisiva, y si es necesario haberla visto para entrar más fácilmente en este film, del que en principio nos parece que tiene un guion con una historia confusa entre tantos personajes que entran y salen en escena, y tampoco si satisfará a los que vieron la serie, pero nos da la impresión de que no, como tampoco convence a los espectadores de esta cinta.
El guion ha sido escrito por David Chase, creador de la serie, esta vez en colaboración con Lawrence Konner, que no nos acaba de convencer. En lo interpretativo Alessandro Nivola hace un trabajo bastante correcto junto a Vera Farmiga y Michaela de Rossi, y como curiosidad apuntar que Michael Gandolfini, que incorpora a Tony Soprano de adolescente, es hijo del estupendo actor James del mismo apellido, ya desaparecido. Está dirigida de manera eficiente por Alan Taylor, que también realizó algunos capítulos de la serie.
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