Pelicula: No hace mucho veíamos el “remake” de “Ultimátum a la Tierra”, a raíz del cual hablábamos sobre la tentación suicida del ser humano, el exterminio de nuestra raza por su propia imbecilidad, algo que no tardará mucho en suceder, sin ser agorero sino simplemente realista. Pero “Señales del futuro” va por otro camino: aquí el pesimismo humanista deja paso a una especie de determinismo religioso, donde el Apocalipsis (literal, el concebido por San Juan Evangelista) cobra forma y ocupa toda la parte final del filme (espero no haber destripado nada: se ve venir a la legua). Porque aquí lo importante no es el fin del mundo al que, más temprano que tarde, estamos abocados, sino que hay elucubraciones religiosas de bastante simpleza: esos ángeles vestidos como fantoches, con guardapolvos negros, como si salieran de una especie de “Matrix” interpretada por los efebos lánguidos de Locomía; esas escenas finales con un a modo de nuevo Paraíso, hasta con su Árbol de la Ciencia de Bien y del Mal, e incluso su Adancito y su Evita (niños, para evitar la llamada de la carne…); ese “deus ex machina” que parece sacado de un filme de Spielberg con escenografía de Kiko Argüello…
Una lectura mixtificante de un tema sin duda trascendente, el fin del mundo (el Fin del Mundo, habría que escribir, a lo mejor), pero que aquí está visto con una perspectiva elemental, casi supersticiosa, jugando frívolamente con conceptos tales como la precognición, la numerología, el fatalismo… Demasiado para un producto evidentemente comercial, que busca reventar taquillas, pero ya de paso colar, como de rondón, un concreto mensaje religioso: vamos al Caos, pero todo empezará de nuevo con unos ángeles que salvarán a la Humanidad a través de nuestros hijos… Pues qué bien.
Es cierto que hay algunas escenas que tienen cierta fuerza, como las catástrofes en las que se ve involucrado el protagonista, en las que, aunque “canta” considerablemente que están rodadas en su inmensa mayoría mediante la inevitable infografía, se consigue encoger el ánimo del espectador al recrear con verismo, desde dentro, esos desastres que generalmente siempre vemos desde fuera, y por supuesto sólo por sus efectos.
El director, Alex Proyas, parece haber desistido de hacer un cine distinto, como el que intentó (sin mucho éxito, es cierto) en “El cuervo” o (con mayor calado) en “Dark City”, entregado últimamente a empeños de alto costo comercial (“Yo, robot”, esta “Señales del futuro”), que requieren también un retorno de taquilla proporcionado e impiden que los experimentos se hagan con nada que no sea gaseosa.
Termino: hace varias décadas un periodista, Jorge Fiestas, ya fallecido, escribía unos divertidos textos, a mitad de camino entre el cine y la crónica social, en los que con frecuencia decía algo así como “cualquier película con… me gusta más”. A mi me ocurre igual, aunque en el caso de Nicolas Cage, tengo que confesar que cualquier película en la que aparezca él, me gusta menos… ¿Motivos? Quizá es una cuestión de empatía personal (más bien antipatía personal…), o tal vez esa sensación de que tiene sólo dos registros, el de malo-malísimo o el de bueno tipo tonto de baba, que es el que cultiva mayormente aquí, y en ambos casos servido por una cara de palo cuyo hieratismo sólo puede ser superado por el Campeón del Mundo de Rostro Impenetrable (Sylvester Stallone, of course…).

Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

125'

Año de producción

Señales del futuro - by , Apr 24, 2009
1 / 5 stars
El Apocalipsis, hoy