Spider-Man. No way home

No cabe duda de que Spiderman, junto con Superman posiblemente, estén a la cabeza de los superhéroes más conocidos y seguidos por los admiradores de las aventuras de los comics y también en el cine o en la pequeña pantalla, siendo ya muchos los capítulos que han sido recogidos en ambos medios.

La historia arranca con la sensacional noticia que recogen todos los noticieros acerca de que Peter Parker, un joven de 17 años, es realmente Spiderman y van a la caza del personaje para entrevistarlo, que para unos se ha convertido en un héroe, mientras que para otros es un asesino, lo que pone en peligro su persona y a los que más quiere. Eso atañe también a su novia, Michelle Jones, y a su mejor amigo, Ned Leeds, a los que creen cómplices en sus supuestos crímenes. Los tres están enviando cartas para ser admitidos en alguna universidad, recibiendo por ello una negativa tras otra.

Peter recurre entonces al poderoso mago Dr. Strange para que haga un hechizo y que el mundo se olvide de él, y éste le encarga cazar a algunos elementos que han venido de otros universos, tan peligrosos como Max Dillon, Norman Osborn y el doctor Otto Octavius, aunque ya no intimidan tanto, pero Spiderman se apiada de ellos, ya que si son devueltos a su universo pronto morirán, pero esa piedad no los hace ser mejores. Algo no sale como es debido y el multiverso se convierte en una gran amenaza por lo que Spiderman, en compañía de sus amigos, han de evitar que eso suponga una catástrofe para la humanidad.

No todas las películas de esta saga han tenido siempre la misma calidad y tampoco idéntica aceptación, habiendo cambiado en varias ocasiones el actor protagonista y varios de ellos se han dado cita en esta ocasión, pero no vamos a desvelar más sobre el tema para no caer en hacer spoiler, ya que no es la única sorpresa, puesto que hay algunas más a lo largo de esta extensa aventura que por momentos se hace repetitiva a base de alargarla demasiado para hacerla más espectacular, cosa que se logra a base de sumar cada vez más escenas de acción, con una situación peligrosa tras otra y gracias a los estupendos efectos especiales que se distribuyen a lo largo de toda la trama, lo que hace que en algunas secuencias se pierda un poco el ritmo.

Como siempre el guion se basa en los caracteres creados por Stan Lee y Steve Ditko, esta vez escrito por Chris McKenna y Erik Sommers, para esta entrega que es la más ambiciosa de las tres.

Jon Watts se inició en el largometraje con The Clown (2014), al que siguió Coche policial (2015) y a continuación se enfrascó en la trilogía de Spiderman realizada en los años 2017, 2019 y ahora con Spiderman: Sin camino a casa (2021) queda cerrada la misma.

Aquí se nos presenta un Spiderman un tanto diferente, que ha dado un salto en su madurez y en lo físico como no lo habíamos visto hasta ahora, con esas patas de araña con las que lucha contra su enemigo el Dr. Otto Octavius, dotado de tentáculos como un pulpo, sobre el que se hace uno de los mejores chistes de esta historia en la que se mantiene la estética de las anteriores.

La música de Michael Giacchino acompaña bien las escenas de acción, y en cuanto al reparto se recluta de nuevo a Jamie Foxx, Willem Dafoe y Alfred Molina como tres de los villanos del pasado, se vuelve a contar con Marisa Tomei como la tía May y con Benedict Cumberbatch como el Dr. Strange. ¡Qué decir de tan grandes actores!

Los amantes de las aventuras de Spiderman quedarán satisfechos con el cierre de esta trilogía que comercialmente está entre las tres primeras de más recaudación de la historia.