Pelicula: Esta película ha sido realizada con motivo del centenario del nacimiento del autor de la obra teatral en que se basa, Sir Terence Rattigan (1912/1977), uno de los grandes dramaturgos del siglo XX, llevada a cabo por Terence Davies; tras pasar por los Festivales de Toronto y San Sebastián, llega a nuestras salas.

Esta obra teatral ya fue llevada al cine con guion del propio autor, dirigida por Anatole Litvak en 1955, con Vivien Leigh, Emlyn Williams y Kenneth More, actor este último que logró la Copa Volpi en la Mostra de Venecia por su labor en el film. No es la única vez que uno de sus textos se han llevado al cine: ahí están La versión Browning, que ha disfrutado de varias versiones, El caso Winslow, Mesas separadas o El príncipe y la corista, entre otros.

Hester Collyer lleva una vida privilegiada gracias a su matrimonio con el juez del Tribunal Supremo, Sir William Collyer, mayor que ella, pero cuando conoce a Freddie Page, un joven ex-piloto de la RAF del que se enamora, lo abandona. La historia comienza con ella escribiendo una nota de suicidio.

Terence Davies es un director que no se prodiga mucho, ya que únicamente ha hecho seis largometrajes: Voces distantes, El largo día se acaba, La casa de la alegría, entre otros, en más de treinta años, siendo éste el último realizado hasta hoy. Los anteriores títulos han tenido generalmente un carácter casi autobiográfico, o han sido adaptaciones literarias, como sucede con esta pieza de Rattigan.

No es extraño que los directores prefieran las obras del notable dramaturgo, ya que entre sus líneas se suele hallar el comportamiento humano, con sus amores y pasiones, sus servidumbres, humillaciones, desengaños, el egoísmo, el dolor y la desesperación que llevan al suicidio como ocurre en ésta. Aquí expone la diferencia entre el amor y la pasión, reflejado el primero en la persona del juez y el segundo en el ex-piloto, siendo más fuerte ésta última pulsión, lo que le lleva a abandonar al marido rico, culto, educado, para vivir con un hombre sin futuro. Deja así una vida acomodada que no le satisface social ni sexualmente, viviendo en una mentira constante.

En todas las cintas de Davies destaca la exquisita escritura de sus imágenes al llevar los textos a la pantalla, como ocurre en esta ocasión con la obra teatral de Rattigan, que airea convenientemente en varios escenarios para no quedar metida entre cuatro paredes

La cámara se mueve a los compases del Concierto para violín y orquesta de Samuel Barber, que marca el ritmo con suaves travellings, muy bien ambientada en decorados y vestuario como corresponde a la época en que tiene lugar la acción, a lo que ayuda la notable fotografía de Florian Hoffmeister, con sus encuadres, su iluminación, su apagada paleta de colores que da bien la tristeza de los años 50 de una Inglaterra sumida en la ruina y la miseria tras la guerra. Extraordinaria la realización manejando los saltos atrás que contribuyen a exteriorizar la historia.

Destaca el excelente trabajo de Rachel Weisz, tal vez el mejor que le conocemos, que incomprensiblemente no fue premiado en el festival donostiarra, así como Simon Russell Beale, uno de los grandes actores británicos, en el papel del juez, actuación contenida a pesar de la humillación que le hace su mujer.

Un notable melodrama de cine clásico, que los amantes del buen cine, los espíritus exquisitos, se alegrarán de disfrutar.

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98'

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The deep blue sea - by , Sep 28, 2012
4 / 5 stars
Sobre el amor y la pasión