Tom of Finland

Touko Laaksonen ha pasado a la historia como Tom of Finland, o, en España, Tom de Finlandia. Nacido en 1920 en la finesa ciudad de Kaarina, en su juventud participó como oficial del ejército de su patria durante la llamada Guerra de Invierno, en la que, entre 1939 y 1940, la URSS atacó a Finlandia, consiguiendo finalmente los soviéticos hacerse con el diez por cierto de su territorio y parte de sus riquezas naturales. En esa guerra, Touko, que se había iniciado años antes en la práctica de las artes plásticas, para las que estaba especialmente dotado, se iniciará en el sexo homosexual con un oficial superior. Ya en tiempos de paz, Touko vive con su hermana Kaija, que desconoce las tendencias sexuales de su hermano. Touko empieza a dibujar, a escondidas de todos, también de Kaija, hombres con uniformes militares, muy fuertes, en posturas eróticas o directamente pornográficas. Conoce a un bailarín clásico, Veli, del que se enamora, aunque Kaija también lo cortejaba. En aquella época la divulgación en Finlandia de los dibujos de Touko, que ya firmaba con el seudónimo de Tom of Finland, era prácticamente imposible (“antes se publicarían en el Vaticano”, dice en un momento dado el protagonista), pero sí en Estados Unidos, donde existía un pujante movimiento gay, y donde se convertirá en una celebridad gracias a la expansión de su obra.

Tom of Finland es una de esas películas que hace solo veinticinco o treinta años hubiera sido sencillamente imposible. La normalización de la homosexualidad ha permitido que se pueda hacer esta biografía de uno de los referentes del movimiento gay, este Tom de Finlandia cuyos dibujos contribuyeron no poco a la salida del armario de un fenómeno que, hasta entonces, años sesenta y principios de los setenta, se había mantenido en la clandestinidad del clóset.

Dome Karukoski, cineasta finés nacido accidentalmente en Chipre pero ciudadano de Finlandia a todos los efectos, está haciendo cine desde principios de siglo. Hasta la fecha en la que se escribe este texto, había realizado ocho largometrajes de ficción, además de varios cortos y series de televisión. De esos ocho largos, solo se habían exhibido en España tres, El gruñón (2014), este Tom of Finland (2017) y Tolkien (2019), precisamente otro biopic, en este caso del famoso autor de las sagas literarias El Señor de los Anillos y El hobbit, ambas llevadas al cine en mastodónticas trilogías por Peter Jackson. Se puede afirmar que Karukoski es un cineasta ecléctico, que no tiene una temática específica sino que gusta de variar de estilo, temas, personajes y géneros. Con Tom of Finland parece evidente que Karukoski homenajea a uno de los grandes artistas homoeróticos de la Historia, un hombre que tiene sus dibujos permanentemente expuestos en los más importantes museos de arte contemporáneo del mundo, entre ellos el MOMA de Nueva York. Se le podría echar en cara al director que no haya puesto algo más de intensidad en el biopic, que, salvo por la peculiaridad erótica del personaje biografiado, parece el típico producto USA que pone en imágenes pulcramente la vida de grandes prohombres, aunque en este caso sea de una sexualidad no convencional, y de ahí su heterodoxia.

Con todo, el mero hecho de biografiar a este artista ajeno a las tendencias sexuales tradicionales, que impuso determinados cánones estéticos dentro de la comunidad gay, y cuyo arte se ha visto reconocido mundialmente, hace que Tom of Finland sea un film interesante y apreciable. Pekka Strang, el protagonista, de cierto parecido con el personaje real, realiza un trabajo medido y callado, consiguiendo transmitir el tono críptico que los gays de la época tenían necesariamente que hacer suyos, so pena de sufrir duras persecuciones por las autoridades de su tiempo. La película fue premiada en los Premios Jussi (el equivalente finés a nuestros Goyas) y en el festival de Gotemburgo.

(30-11-2019)