Villa Paraíso

Al comienzo de las vacaciones de una doctora, ya entrada en años, en su villa de veraneo, llamada El Paraíso, se reúnen una serie de personas de su círculo social, pero la irrupción de una amiga de su hija, con un niño de pocos sentimientos sociales, provoca una desazonada estancia en la villa Paraíso...

Gunnel Lindblom fue una de las actrices preferidas por el cineasta Ingmar Bergman. Con el maestro sueco Lindblom alcanzó notables cotas de expresividad, que intentó verter en esta su primera cinta como directora. La ópera prima de Lindblom es toda una parábola de la sociedad sueca actual. En ella se dan cita, mitad alegóricamente, mitad explícitamente, buena parte de los elementos más relevantes que se encuentran en la nación escandinava en nuestro tiempo. El propio lugar donde se desarrollan los hechos, llamado con sutileza El paraíso, es una especie de trasunto de la sociedad sueca y su extraordinario bienestar social; en él, la neófita directora irá definiendo cada uno de sus personajes, en un país que, si hemos de hacer caso de lo que nos dice Lindblom, se encuentra en una franca crisis de identidad. El sexo, la senilidad, la diferencia de clases aún en esa sociedad tan avanzada, la rebelión de los más jóvenes, el conformismo de los mayores, el remordimiento de los más sensibles ante su enorme prosperidad al lado de países en los que la gente se muere de hambre, la malicia de los niños, que han perdido su habitual inocencia, el amor, la amistad, el odio... todo ello en un vasto panorama totalmente desalentador. Y es que Villa Paraíso rezuma por todos sus poros una inmensa desilusión, un pesimismo irreversible.

Cinematográficamente hablando, Gunnel Lindblom sigue claramente la senda marcada por su amigo y maestro Ingmar Bergman, quien por cierto le produce el film, pero evidentemente Lindblom no es Bergman. Su cine se parece tanto en forma como en el contenido, pero a Gunnel le falta ese soplo de inspiración que suele acompañar al maestro sueco. De todas formas, su película interesa más por lo que dice que por cómo lo dice. Planteada en forma de cuadros, las diferentes escenas de la vida en Villa Paraíso se van sucediendo, enriqueciéndose unas con otras hasta llegar a un final no por menos sorpresivo menos esperado. Pero evidentemente este no es un film de suspense, por lo que esto no puede considerarse un fallo.

Por lo que respecta a otros apartados de la película, podemos decir que la fotografía de Tony Forsberg ha sido muy cuidada en todos sus detalles, contribuyendo con sus tonos brumosos y pálidos al desencantado tema de la cinta. La música de Georg Riedel acentúa notablemente el sentido melancólico del film, reforzado también por la estimable interpretación de todo el reparto, destacando especialmente Birgitta Valberg, en un complejo papel, que ella sabe sacar adelante con profesionalidad y eficacia.

(29-10-2022)