Serie: Dime quién soy

Sobre la popular novela homónima de Julia Navarro, Eduard Cortés, veterano realizador catalán de ya larga carrera, en la que se pueden destacar títulos como La vida de nadie (2002), Los Pelayos (2012) y la serie Merlí, ha grabado esta miniserie de 9 capítulos de 50 minutos de duración, en la que se nos narra la historia de Amelia Garayoa, puesta en escena a través de un largo flashback que dura prácticamente toda la serie, tras un a modo de prólogo en el que vemos cómo en 1998 llega a las manos de Javier Carranza, un importante editor español, un texto que habla sobre la vida de esa mujer, comenzando en 1934; miembro de una familia de clase media-alta, Amelia se ve compelida a casarse con Santiago, un hombre de similar posición, aunque realmente no le ama; es una mujer adelantada a su tiempo que quiere vivir su propia vida; cuando conoce a Pierre, un revolucionario comunista, queda fascinada por el hombre y por su aura idealista. A partir de ahí se desencadenan los acontecimientos: abandona a su marido y su hijo pequeño para marchar con Pierre a Argentina, donde montan una célula comunista bajo el camuflaje de una pequeña librería...

Se ha dicho, con razón, que Dime quién soy, con el pretexto de la agitada historia sentimental de Amelia Garayoa y los cuatro hombres a los que amó, de muy diverso signo y corte político, es una mirada hacia la España y la Europa de mediados de siglo, la que sufrió el ascenso y apogeo de los fascismos (España, Alemania, Italia), pero también el crecimiento del comunismo (URSS y países satélites) en su versión estalinista, en todos los cuales se vio involucrada esta mujer, casi siempre por amor, a veces por odio, ejerciendo la compleja labor de espía y a veces de doble espía. Con buen criterio, ni la novelista, Julia Navarro, ni los creadores de la miniserie, Eduard Cortés y José Manuel Lorenzo, optan por la ideologización y la mitificación de unas u otras ideologías, sino que se plantean la historia en términos más sentimentales o románticos que políticos, aunque es evidente que algunos de los regímenes que aparecen a lo largo de la serie (verbigratia la Alemania nazi, la Italia fascista, la Rusia comunista, la España franquista) están presentados con los rotundos perfiles propios de tan inicuos sistemas de gobierno.

Costeada, bien ambientada, con una puesta en escena profesional y solvente, aunque quizá falta de cierta personalidad (Cortés nunca ha sido un “autor”, en el sentido baziniano del término), Dime quién soy queda sobre todo como una mirada interesante, aunque no exquisita, hacia uno de los períodos más convulsos del mundo, las décadas de los años treinta y cuarenta del siglo XX, vistas a través de los ojos de una mujer que se adelantó a su tiempo, que quiso ser libre cuando eso era casi imposible para una fémina, cuyo papel (incluso en las “familias bien” como la suya) estaba predeterminado desde su nacimiento: una educación cortita, por supuesto no universitaria; nada de carrera laboral o profesional; a su tiempo, boda con hombre que será antes su amo que su compañero; hijos, los que vengan, cuyo cuidado le corresponderá en exclusiva, sin colaboración del cónyuge... En este sentido, Dime quién soy es una obra de corte veladamente feminista, presentando un personaje de difícil encaje en su momento, precisamente por la dificultad casi insalvable para la mujer de hacer otra cosa que no fuera su futuro ya más que escrito.

Es cierto que la serie a veces peca de inverosímil, y que algunas de las maneras en las que Amelia se libra de los líos en los que, por mor sentimental (las más de las veces) o ideológico (las menos), se ve involucrada, resultan poco creíbles. Pero también lo es que se sigue con facilidad, con gusto en las escenas en las que la adrenalina se va acumulando por las inquietantes peripecias en las que se ve inmersa la protagonista.

Por supuesto, la serie es, en gran medida, Irene Escolar, una de nuestras grandes actrices jóvenes, de la estirpe del clan de los Caba, que ha dado un puñado de los mejores intérpretes que ha tenido este país en los últimos cien años: Irene y Julia Caba Alba, Irene, Julia y Emilio Gutiérrez Caba. Irene parece haber condensado en sí misma todas las virtudes actorales de su familia, y ciertamente ella sola es más de media serie, y quizá nos quedemos cortos. Del resto nos quedaríamos con el buen trabajo de algunos de los actores extranjeros que intervienen, con un aceptable nivel de español, como Pierre Kiwitt y Will Keen, y el peculiarísimo rostro de Stefan Weinert. Y, por supuesto, la aparición episódica pero siempre potente, como actor, de José Manuel Lorenzo, infatigable productor que de vez en cuando gusta de hacer delante de las cámaras un papel que siempre borda, y que aquí además también ejerce de co-creador, junto a Eduard Cortés.


Dime quién soy - by , May 04, 2021
2 / 5 stars
La espía que los amó