Enrique Colmena

Dentro de la serie que estamos dedicando a famosas escritoras y cómo han sido estas reflejadas por el cine y la televisión, dedicaremos los dos próximos capítulos a las autoras francesas.

Si en capítulos anteriores vimos cómo en la muy católica España la literata por antonomasia, a la hora de ser llevada a la pantalla, era una santa, Teresa de Jesús, en Francia, fiel a su tradición republicana y laica, la autora más representada en efigie en los productos audiovisuales (y que ocupará por entero este primer capítulo de los dos reservados al país de Molière) ha sido George Sand, seudónimo masculino con el que publicó su obra Amantine Aurore Lucile Dupin (1804-1876), más abreviadamente Aurore Dupin, célebre novelista francesa adscrita al movimiento romántico, mujer que se puso el mundo literalmente por montera cuando para esto había tener más valor que el Guerra. Tuvo la relativa fortuna Aurore de pertenecer a una familia de cierta posición social, incluso emparentada con la nobleza gala de la época, lo que sin duda debió hacerle algo más llano el camino, que de todas formas distó mucho de ser de rosas. Rebelde, gustaba de utilizar vestimentas masculinas, en un tiempo, el siglo XIX, en el que eso era impensable en la mujer. Aunque se casó con un barón y con ello su posición social mejoró, no tardó en separarse de él y mantener tempestuosas relaciones sentimentales con varios hombres, entre ellos el poeta Alfred de Musset y el músico Frédéric Chopin, historias que serán sabrosa materia argumental para varias de las películas sobre su vida, en especial en lo que se refiere a su idilio con el célebre músico franco-polaco que, como veremos, será el tema preponderante en la mayoría de la filmografía sobre la vida de Dupin. George Sand, además de una adelantada a su tiempo, es hoy día considerada como una de las grandes escritoras en francés, con una obra vastísima que en su momento tuvo una extraordinaria repercusión y que hoy día mantiene incólume su prestigio.

Pues George Sand, seguramente por el hecho de vivir su vida sin importarle lo que dijeran los demás, es la escritora francesa cuya vida ha tenido una mayor aparición, según nuestros datos, en la pantalla, grande y pequeña, con hasta 18 títulos. Curiosamente, a pesar del chovinismo francés y su tendencia a la “grandeur”, la primera cinematografía que llevará a la gran pantalla a la escritora gala será la de sus vecinos los italianos, que ruedan tempranísima, arqueológicamente Chopin e George Sand (1910), un cortometraje silente, obviamente en blanco y negro, dirigido por Alberto Degli Abbati, quien además encarnaba a Chopin, mientras que la escritora francesa sería Signora Torriani. Cabe a Jean Delannoy (después uno de los cineastas más cuestionados por la Nouvelle Vague) el honor de haber rodado la primera película francesa en la que aparece en efigie Aurore Dupin en Un coronel del imperio (1942), bien que el papel de George Sand aquí será muy secundario, en una rancia trama que gira sobre un noble que no acepta la derrota de Napoleón en Waterloo, film en el que la escritora fue interpretada por Alberte Bayol (puede verse esta película en enlace al final del artículo).

El cine norteamericano echará su cuarto a espadas en la vida de George Sand poco después con Canción inolvidable (1945), con dirección de Charles Vidor (el año antes de rodar Gilda, por cierto...), una biografía bastante libre y con muchas licencias del músico polaco, interpretado por Cornel Wilde, mientras que Aurore Dupin será nada menos que Merle Oberon, en un film un tanto “kitsch” que se considera excesivo en su ampulosidad de escenografía, atrezzo y vestuario, no obstante lo cual estuvo nominado a 6 Oscars (de los que no ganó ninguno...).

Tenemos que dar entonces un salto hasta la década de los sesenta, y además a una cinematografía exótica, Finlandia, para encontrar una nueva visión sobre Sand en la pantalla. Será el corto para televisión George Sandin salongissa (1960), título que, si el traductor de Google no se equivoca, sería algo así como “En la cabaña de George Sand”, telefilm dirigido por Anja Salmela y con Maj-Lis Rajala como Sand, apareciendo también tanto Chopin, con el rostro de Fred Richard, como Musset, otro de sus célebres amantes, con los rasgos de Heikki Värtsi. En esa misma década, otra nacionalidad exótica, Brasil, será la encargada de retomar el relevo: la serie de televisión Prelúdio. A vida de Chopin (1962), con dirección de Geraldo Vietri, lleva a la pequeña pantalla la azarosa existencia del músico polaco, apareciendo también con principalísimo papel Laura Cardoso como Sand. En esa misma década el Reino Unido echa su cuarto a espadas con el cortometraje Chopin and George Sand. The creative years (1966), con dirección de Hal Burton y Margaret Rawlings como la célebre escritora, de nuevo sobre los años que convivieron Aurore Dupin y el músico franco-polaco.

La década de los setenta se abre con una de las obras determinantes sobre los años de amor de George Sand y Chopin: Un invierno en Mallorca (1970), bajo pabellón español y con dirección del catalán Jaime Camino, que se basó en la novela homónima y autobiográfica de la propia Aurore Dupin; se trata de una de las películas fundamentales sobre la azarosa relación de los dos artistas, reflejando el tormentoso invierno en el que ambos vivieron en la isla más grande de las Baleares, con dificultades de todo tipo, de rechazo social por su relación adúltera y, como consecuencia, teniendo que vivir en penosas condiciones en la entonces inhabitable cartuja de Valldemossa, que agravó aún más la tuberculosis del músico, interpretado por Christopher Sandford, mientras que Aurore Dupin será la hispano-italiana Lucía Bosé (puede verse esta película en enlace al final del artículo).

Los setenta fueron años convulsos y reivindicativos, y en esa línea se hizo George qui? (1973), producción francesa militantemente ultraizquierdista, en clave de corrosiva comedia, con dirección de Michèle Rosier, una cinta muy crítica con la escritora por su oposición a la Comuna de París en 1870, y en la que Aurore Dupin aparecerá con distintos rostros, aunque el principal será el de Anne Wiazemsky, musa que fuera de Godard y Pasolini (puede verse esta película en enlace al final del artículo). En la misma década, el Reino Unido, a través de la BBC, graba una miniserie de 7 capítulos titulada Notorious woman (1974), de nuevo sobre la relación Chopin-Sand, pero ahora cargando el peso del audiovisual en la escritora francesa, que tendrá los rasgos de Rosemary Harris, mientras que el músico sería George Chakiris (sí, el Bernardo de West Side Story, vaya cambio...), todos bajo la dirección del veterano Waris Hussein.

En los ochenta la primera aportación que encontramos a la figura de Aurore Dupin en la pantalla será la miniserie italiana de 4 episodios George Sand (1981), producida por la RAI, con Giorgio Albertazzi a los mandos y Anna Proclemer como la escritora, en una serie puramente biográfica en la que sus amantes, Chopin, Musset, Sandeau, etcétera, tendrán un papel secundario. En esa misma década será la cinematografía alemana la que aportará Ein Winter auf Mallorca (1982), con dirección de Imo Moszkowics y con Eleonore Wisberger como la célebre literata gala. Aunque, como indica su título, trata del famoso “invierno en Mallorca” que vivieron juntos Dupin y Chopin, sin embargo no se basa en el texto autobiográfico homónimo de Sand, sino en la novela Die liebenden ("Los amantes"), de Answald Krüger y Maria Matray.

La última década del siglo XX fue pródiga en aportaciones a la representación en pantalla de la vida de Aurore Dupin. Así, se rueda una ambiciosa coproducción anglo-franco-norteamericana cuyo título original, Impromptu, debió parecer soso a los distribuidores españoles, que lo rebautizaron con el mucho más explícito Pasiones privadas de una mujer (1991), como si fuera todavía una peli clasificada “S”, de las que asolaron el panorama de la exhibición cinematográfica en España en la década anterior. Con dirección de James Lapine, la película, con costeados medios económicos, contaba con Judy Davis como la escritora y Hugh Grant como (improbable) Chopin, además de aparecer otros amantes de George Sand, como Alfred de Musset, con los rasgos de Mandy Patinkin. Ese mismo año, el cine francés acomete en solitario La note bleu (1991), bajo la dirección del siempre volcánico Andrzej Zulawski, el cineasta franco-polaco responsable de pelis tan curiosas como Lo importante es amar y La posesión; la película narraba los últimos días de la vida de Chopin, ya enfermo de muerte, y un último encuentro con Aurore Dupin, aquí interpretada por Marie-France Pisier (puede verse esta película en enlace al final del artículo). Por su parte, Alemania y Francia unirán sus esfuerzos de producción para rodar Chopin. Bilder einen trennung, con la dirección de Klaus Kirschner y con Nina Hoger como la escritora.

La década de los noventa se cerrará con otros dos audiovisuales relacionados con la vida de George Sand: The Strange Case of Delfina Potocka: The Mystery of Chopin (1999) será una producción británica a vueltas con el músico franco-polaco, pero desde una perspectiva posterior a su muerte, una trama que gira sobre Chopin pero ambientada a mediados de siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, en torno a su memoria, apareciendo episódicamente Dupin con el rostro de Patricia Quinn, en un film dirigido por Tony Palmer (puede verse esta película en enlace al final del artículo); y Confesiones íntimas de una mujer (1999), nueva “original” aportación a los títulos de los distribuidores españoles, cuando el título francés era Les enfants du siècle, “Los niños del siglo”, que debió parecerles mucho menos lúbrico que el que se les ocurrió a ellos... la película francesa de Diane Kurys tiene la particularidad de centrarse en el affaire sentimental entre Sand y Alfred de Musset, en lugar del omnipresente Chopin, estando la escritora interpretada por la ya entonces famosa Juliette Binoche (ya había hecho, entre otros films famosos, Herida, Tres colores: Azul y El paciente inglés), siendo el poeta francés encarnado por Benoît Magimel.

El siglo XXI se abre con una producción polaca, Chopin. Pragnienie milosci, que en España llevó el título de Chopin. Un amor imposible (2002), con dirección de Jerzy Antczak y Danuta Stenka como la escritora gala, aunque el film, como cabía esperar, se centra más en la vida del autor de los Nocturnos (puede verse esta película en enlace al final del artículo). Esa década se cerrará con una TV-movie francesa, George et Fanchette (2010), sobre la imaginaria relación entre Aurore Dupin y una sirvienta analfabeta, la Fanchette del título, interpretando esos papeles, respectivamente, Ariane Ascaride (la musa de Robert Guédiguian) y Anaïs Demoustier, uno de los nuevos valores del cine francés, todos bajo la dirección de Jean-Daniel Verhaeghe.

Con esta película para televisión finaliza (seguro que por ahora: ya hay algunos títulos en preproducción sobre Aurore Dupin) la abundante filmografía sobre la vida de George Sand, una mujer libre en un tiempo en el que ambas palabras eran antónimas.

Ilustración: Lucía Bose como Aurore Dupin y Christopher Sandford como Chopin, en una imagen de Un invierno en Mallorca (1970), de Jaime Camino.

Próximo capítulo: Escritoras en efigie: cuando las autoras son las protagonistas (IV). Francia: Otras escritoras


En los siguientes enlaces se pueden visionar algunos de los títulos citados:


--El coronel del imperio (1942), de Jean Delannoy (en francés sin subtítulos):
https://www.youtube.com/watch?v=bTRjVDpmd2E

--Un invierno en Mallorca (1970), de Jaime Camino:
https://www.youtube.com/watch?v=LNNx3ZNlc3M

--George qui? (1973), de Michèle Rosier (en francés sin subtítulos):
https://www.youtube.com/watch?v=Z5VwSbuJML8


--La note bleu (1991), de Andrzej Zulawski (en francés sin subtítulos):
https://www.youtube.com/watch?v=BCE-zcE1Hys

--The Strange Case of Delfina Potocka: The Mystery of Chopin (1999), de Tony Palmer (en inglés sin subtítulos):
https://www.youtube.com/watch?v=ROoIkCVjt4o

--Chopin. Un amor imposible (2002), de Jerzy Antczak:
https://www.youtube.com/watch?v=viJ6h8GI1UM