Enrique Colmena

En esta serie que venimos proponiendo sobre las escritoras y cómo han sido representadas en pantalla, vamos a dedicar estos tres siguientes capítulos a las autoras británicas, tratando este primero de ellos sobre las hermanas Charlotte, Emily y Anne Brontë, especializadas en grandes dramas góticos, y también sobre la novelista romántica por excelencia del período pre-victoriano, Jane Austen. Como ya sabe el lector, estamos haciendo esta glosa refiriéndonos solo a los films en clave de ficción, no a los documentales.


Las hermanas Brontë

Sobre las tres hermanas Charlotte, Emily y Anne Brontë hemos dedicado en CRITICALIA dos artículos, titulados En el bicentenario de la autora de “Cumbres borrascosas” (I y II), dedicados a analizar cómo han adaptado cine y televisión la obra de las tres escritoras, y en el segundo de ellos hicimos también un breve repaso sobre sus vidas en las pantallas, que ahora ampliaremos.

Las tres hermanas, como decíamos en aquel díptico, vivieron vidas penosas: huérfanas, pronto enfermas (las tres murieron de tuberculosis), siempre a la sombra de su atormentado hermano Branwell, su condición de féminas las privó de una obra más extensa, pero aún así escribieron varias novelas que han quedado para la posteridad, hoy día clásicos indiscutibles de la literatura popular: Cumbres borrascosas (Emily), Jane Eyre (Charlotte), en menor medida La inquilina de Wildfell Hall (Anne).

La primera vez que, según nuestros datos, aparecen las tres hermanas en una producción audiovisual, se corresponde con una película de Hollywood, Predilección (La vida de las hermanas Brontë) (1946), que dirigiría Curtis Bernhardt, aplicado profesional de la época dorada del cine yanqui, hecha quizá al calor del éxito de Cumbres borrascosas (1939), la versión de la popular novela de Emily Brontë que había dirigido el gran William Wyler. En la película de Bernhardt las hermanas estaban interpretadas por Olivia de Havilland (que ya había hecho Lo que el viento se llevó) como Charlotte, Ida Lupino como Emily y Nancy Coleman como Anne, en una película de corte clásico. Curiosamente, la película se rodó en 1942, pero no se estrenó hasta cuatro años después, una vez acabada la guerra, por una serie de vicisitudes de todo tipo. Aunque su tema eran las tres hermanas Brontë y también aparecía el hermano Branwell, la película se centraba en el hecho de que dos hermanas mayores sintieran un especial afecto hacia su párroco; en la realidad, Charlotte, efectivamente, llegó a casar con el mismo, el reverendo Nicholls.

En esa misma década de los cuarenta, la británica BBC rueda la TV-movie The Brontes (1947), con dirección de Alfred Sangster y actrices poco conocidas en los papeles de las tres hermanas. La BBC será también la productora del único audiovisual sobre las hermanas realizado en los años cincuenta, con el título The Brontë family (1951), un cortometraje que dirigió Kathleen Wallace.

Otras dos televisiones británicas, en este caso privadas, Granada TV y Yorkshire TV, estarán detrás de la versión de las vidas de las hermanas en la miniserie The Brontes of Haworth (1973), el pueblo de los inhóspitos páramos de Yorkshire donde transcurrió la mayor parte de sus vidas, páramos que sin duda influyeron poderosamente en la germinación de historias como las de Cumbres borrascosas y Jane Eyre. La miniserie contó con la dirección de Marc Miller y, de nuevo, con actrices desconocidas para encarnar a las hermanas.

A finales de esa década de los setenta encontramos otros dos productos audiovisuales que se centran en las figuras de las escritoras. La primera es francesa, quizá una de las más renombradas sobre ellas, Las hermanas Brontë (1979), con dirección de André Téchiné, en uno de sus primeros largometrajes de ficción, y con (esta vez sí) repartazo para incorporar a las tres hermanas. Isabelle Adjani será Emily, Marie-France Pisier será Charlotte, e Isabelle Huppert se meterá en la piel de Anne. Sin embargo, a pesar de tan buenos mimbres, incluido Roland Barthes como el escritor Thackeray, por el que Charlotte sentía devoción, la película no convenció demasiado, siendo tachada de demasiado fría (sí, como los páramos de Yorkshire...). Ese mismo año la televisión británica BBC graba el episodio The Brontes at Haworth (1979), dentro del espacio dramático Blue Peter Special Assignment, con realización de Dorothea Brooking y actrices poco conocidas como las hermanas, de nuevo acercándose al especial impacto que tuvo en la vida y la obra de las escritoras la inhóspita tierra en la que se criaron y pasaron gran parte de sus vidas.

La televisión norteamericana echará su cuarto a espadas sobre las hermanas en la única aproximación que el audiovisual hará sobre las mismas en la década de los ochenta, Brontë (1983), con realización de Delbert Mann (sí, el director de la oscarizada Marty), centrándose en el personaje de Charlotte, que interpretará Julie Harris, tomándose como base argumental la obra radiofónica Currer Bell, Esq. (recordemos que Currer Bell era el seudónimo masculino con el que inicialmente publicó Charlotte su obra).

Ya en el siglo XXI se han hecho (hasta el momento de escribir estas líneas) hasta tres producciones audiovisuales que han tratado temáticamente vida y obra de las escritoras. La BBC, que sin duda es la productora que más se ha prodigado en este aspecto, graba a principios de siglo la TV-movie In search of the Brontës (2003), con realización de Samira Osman y nuevamente actrices poco conocidas en los papeles de las hermanas, salvo quizá Victoria Hamilton, que alcanzó la fama por su rol de Reina Madre en The Crown. El cine norteamericano, por su parte, hizo Sex with the Brontes (2014), en una clave poco habitual cuando se habla de las hermanas, la comedia en cierta forma picante, con un humor que buscaba hacer fortuna con anacronismos y recursos similares, codirigida por Nora Gruber y Kate Hackett.

La última aproximación, por ahora, a las célebres hermanas góticas la encontramos en la TV-movie The walk invisible: The Brontë sisters (2016), con guion y realización de Sally Wainwright, centrándose en la vida de las tres escritoras en Haworth, con su padre enfermo y su hermano Branwell en caída libre, en una espiral de alcohol y degradación, mientras las mujeres escriben sus novelas y, contra viento y marea, consiguen publicarlas aunque fuera con seudónimos viriles. Aunque las actrices eran poco conocidas, la película sí contó con algún actor de renombre, como Jonathan Pryce.


Jane Austen


La autora de novela romántica por excelencia en el mundo (con permiso de Corin Tellado y Danielle Steele, en cualquier caso ambas literariamente muy inferiores), Jane Austen, escribió en su corta vida (solo 42 años), vivida a caballo entre los siglos XVIII y XIX, un buen puñado de obras que ha perdurado en el tiempo y que a día de hoy se siguen leyendo con placer y generando adaptaciones a cine y televisión (estas, por cierto, esperamos que sean objeto en el futuro de un análisis aquí, en CRITICALIA). Títulos como Persuasión, Orgullo y prejuicio, Sentido y sensibilidad, Emma, Mansfield Park y La abadía de Northanger forman parte ya merecidamente de la cultura popular, habiendo acuñado Austen en ellas prototipos (que no estereotipos) femeninos perfectamente reconocibles, en tramas siempre románticas, siempre a vueltas con los sentimientos, correspondidos o no.

Aunque Austen no llegó a casarse (aunque sí tuvo algunos amoríos en distintos grados, ninguno demasiado avanzado, según parece), lo cierto es que pocas mujeres han descrito tan bien la mirada femenina sobre el amor romántico como esta autora previctoriana. Aunque su obra se ha llevado a la pantalla repetidamente (la IMDb censa casi 90 películas y series televisivas basadas en sus novelas), su vida ha sido mucho menos visitada por los cineastas. Según nuestros datos, Jane Austen aparecerá en pantalla, en films de ficción, no documentales, en tres ocasiones, todas ellas ya en este siglo XXI. La primera, y sin duda la más conocida y reputada, es La joven Jane Austen (2007), coproducción anglo-irlandesa dirigida por Julian Jarrold, con la neoyorquina Anne Hathaway como la escritora, que ponía en imágenes el temprano amorío que la autora de Emma tuvo con un joven, Tom Lefroy, que finalmente no llegó a buen puerto, siendo el pretendiente interpretado por un entonces casi desconocido James McAvoy, estando arropados los pipiolos por un repartazo como para quitar el hipo: Maggie Smith, John Cromwell, Ian Richardson, Julie Walters. La película, que no busca evidentemente el rigor en la vida de Austen, juega, con buen criterio, a hacer del relato una historia “a lo Jane Austen”, en el que los prejuicios de algunos personajes, la arrogancia de otros, los sentimientos de todos, son el centro y eje de una obra, si no excelsa, sí agradable.

En un tono muy distinto, y jugando en otra liga (La joven Jane Austen era un producto comercial con vocación mayoritaria, claro está), la británica BBC, en alianza con la productora norteamericana WGBH, rueda Jane Austen recuerda (2007), que imagina a la escritora, alcanzados los cuarenta años, ayudando a su sobrina a encontrar marido, en el tema que, seguramente de forma inevitable, se relaciona siempre con la vida de la escritora, en la que solo se piensa en función del amor, los desposorios y los sentimientos románticos. La escritora estará interpretada por Olivia Williams, con un reparto también ciertamente lleno de talentos, algunos jóvenes y en aquel momento aún emergentes, como Imogen Poots y Tom Hiddleston, y otros ya veteranos y cuajados, como la también directora Phillyda Law, Greta Scacchi y el muy popular (por su papel de conde de Grantham en Dowton Abbey) Hugh Bonneville, todos bajo la dirección de Jeremy Lovering.

El último audiovisual que, por ahora, hace referencia a la vida de la escritora nacida en Steventon será The anonymous Jane Austen (2016), miniserie británica de 5 capítulos en la que el personaje de la autora estará interpretado por  Hayley Nolan.

Ilustración: Isabelle Huppert, Isabelle Adjani y Marie-France Pisier, en una imagen de Las hermanas Brontë (1979), de André Téchiné.

Próximo capítulo: Escritoras en efigie: cuando las autoras son las protagonistas (VI). Reino Unido: Mary W. Shelley