Una discreta cinta "de romanos" (aunque en este caso sea más propiamente "de cartagineses"...) es lo que supone esta vieja y olvidada producción italo-norteamericana. Anibal es una de las pocas películas estrenadas en España del austriaco Edgar G. Ulmer, realizada casi al final de su vida artística, en este caso en Italia y con dirección colegiada con el indígena Carlo Ludovico Bragaglia.
Estamos ante una anodina biografía, casi una hagiografía del caudillo cartaginés Aníbal, el más célebre de los generales punos, centrándose fundamentalmente en sus campañas contra el Imperio romano, con algunas de las anécdotas más conocidas de este genio militar. La película carece de más interés que nos sea el meramente evasivo, pues ni siquiera es muy rigurosa históricamente.
Protagoniza un Victor Mature ya entrado en la madurez, un actor ciertamente muy limitado en recursos. Junto a él, un jovencísimo Terence Hill, quien años después batiría records, en un registro muy diferente, en Le llamaban Trinidad, con el que se iniciaría el "western-trinitario" y, a la postre, la muerte del cine del Oeste (pero ésa es otra historia...).
99'