Armados y peligrosos

Con evidentes influencias de la serie Loca academia de policía y de Desarmado y peligroso, de la que remeda directamente el título, tanto el original como el español, el guionista Harold Ramis (uno de los tres "cazafantasmas" y habitual escritor de libretos cómicos, aunque en los últimos años se ha revelado como un director de cierto interés) perpetra la trama argumental de esta comedia insulsa, a mayor gloria de las patochadas de John Candy, uno de los gordos favoritos del público americano, por cierto ya en el otro mundo.

Un moderno y un picapleitos, ambos más pencos que el hermano torpe del inspector Clouseau, son puestos de patitas en la calle por su archidemostrada ineptitud. Entonces alían sus respectivas patosidades montando una agencia de seguridad.

Dirige Mark L. Lester, especializado en otro tiempo en filmes ultraviolentos como Curso 1984 y Ojos de fuego. En el reparto sólo destaca el sólido secundario Robert Loggia, el Mancuso televisivo, un actor que no se merece estar en esta tontería donde la ineptitud rampante no es sólo de los personajes principales, sino también de los fautores del filme.