Pelicula:

Tras rodar Tatuaje (1976), primera ocasión en la que el detective Pepe Carvalho, creado por Manuel Vázquez Montalbán, era llevado a la pantalla (film por cierto escasamente visto, ni en su estreno ni posteriormente en televisiones), el cineasta catalán José Juan Bigas Luna da el campanazo con la que, a la postre, sería su película más conocida, la morbosa Bilbao (1978), que nos descubriría un director con un extraño mundo interior. Películas posteriores como Lola (1986) y Angustia (1987) confirmaron un raro talento para el cine esquinado, distinto, aunque después fue perdiendo los papeles y sus últimas películas, como Bámbola (1996) y Volavérunt (1999), fueron bastante más endebles e impersonales.

Después de Bilbao se esperaba con mucha expectación la nueva peli de Bigas Luna. Fue esta Caniche, que buscaba ahondar en los veneros explorados por su anterior cinta, cuya historia se inicia con una pareja que vive en los alrededores de Barcelona y que profesa un especial cariño hacia los perros. A lo largo de la trama los dos protagonistas pasarán de pobres a ricos, a causa de una herencia recibida, descubriéndosenos entonces que ambos padecen de una parafilia, una pasión zoófila, con una relación íntima con los animales de ribetes claramente sexuales que alcanza grados de gran escabrosidad.

Con un argumento simple por lo anecdótico y complejo por la densa maraña de sentimientos encontrados que desarrolla el guión, Bigas Luna hace aquí un nuevo y sorprendente film, como ya lo fue en su día Bilbao. Así, Bigas investiga más profundamente una relación puramente fetichista, depurando su estilo y realzando aún más una de las más notables peculiaridades observadas en la mentada Bilbao, el papel fundamental que ejercen los objetos inanimados o animales irracionales sobre las personas. Bigas rueda al detalle con un extraño sentido fílmico, con el que demuestra poseer un estilo muy propio y personal, difícilmente comparable con ningún otro autor contemporáneo

Tanto Bilbao como Caniche están hábilmente rodeadas de un halo ambiguo, malsano a veces, morboso siempre, que hace que la atención no decaiga un momento y que se siga con interés el desenlace de la narración. Técnicamente la cinta está rodada con gran precisión, moviendo Bigas Luna la cámara con destreza, buscando siempre el ángulo que ofrezca mejores perspectivas y que se adapte mejor a sus intenciones.

Bien usada en la banda sonora algunas partituras de clásicos como Béla Bartók y Frédéric Chopin, y aceptable la fotografía de Pedro Aznar, siendo asimismo correcta la interpretación de Àngel Jové y Consol Tura. Ciertamente superior a Bilbao en su puesta en escena, pero inferior en su resultado global, Caniche es una película interesante que en su momento despertó casi tanta polémica como su anterior film.

(07-10-2021)


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90'

Año de producción

Caniche - by , Oct 07, 2021
2 / 5 stars
Un halo ambiguo, malsano