Cinco tenedores

Una comedia “de cuernos”, bastante poco inspirada, era algo poco esperable de un realizador como Fernando Fernán-Gómez, autor de algunas de las más apreciables propuestas del cine español de la segunda mitad del siglo XX, desde La vida por delante a El extraño viaje, pasando por El mundo sigue, sin olvidar sus también notables trabajos Mi hija Hildegart, El viaje a ninguna parte y Mambrú se fue a la guerra, entre otros títulos de interés. Sin embargo, en contra de lo aportado por esas espléndidas películas, esta Cinco tenedores es una mera comedia alimenticia, y nunca mejor dicho, dado el título…

En el ambiente más bien elitista de un restaurante de postín, el propietario del establecimiento ha de hacerse cargo por fuerza mayor del hijo quinceañero de su “chef”, al haberse fugado éste de la justicia por asesinar a su mujer. El jovencito será admitido por la esposa del propietario gozosamente, tal vez demasiado gozosamente…

Sólo algunos detalles del humor socarrón, cáustico, tan típico en otras realizaciones de Fernán-Gómez, aparecen de vez en cuando en este producto por lo demás más bien amorfo, aunque, desde luego, muy correcto en su realización.

El reparto está a la altura de las circunstancias, con una Concha Velasco convertida ya entonces en una gran dama del cine español, seguramente la mejor actriz de nuestro país en el último cuarto del siglo XX, y ese actor genial que es José Sazatornil “Saza”, arropados además por una pléyade de secundarios de auténtico lujo: Agustín González, Rafael Alonso, Manuel de Blas…

(29-03-2007)