CRITICALIA CLÁSICOS
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Los hechos históricos que narra Sergei M. Eisenstein en su más famosa película, por la que sin duda tiene un lugar privilegiado en la Historia del Cine, tuvieron lugar en 1905, en el curso de la Guerra Ruso-Japonesa. En ese contexto, tras una grave derrota, los marineros del acorazado Potemkin deciden no comer la sopa del rancho, hecha con carne en mal estado. El capitán decide fusilar a algunos marinos como castigo ejemplarizante, pero finalmente los fusileros deponen su actitud, el barco es tomado por la marinería y la oficialidad en su mayor parte asesinada…
El acorazado Potemkin narra una historia verídica, a todas luces magnificada por un cineasta que dominaba ya todos los resortes del cine de la época, tras un primer corto, El diario de Glúmov (1923), y la espléndida La huelga (1925). El gobierno de Stalin, para conmemorar el vigésimo aniversario de la Guerra Ruso-Soviética, encarga a Sergei Mijailóvich la realización de una ambiciosa producción que pondrá en imágenes aquel primer momento histórico prerrevolucionario del que el régimen se apropió, aunque el levantamiento no fue hecho por los bolcheviques sino por diversas facciones socialistas de las que los comunistas fueron una más, no precisamente la más importante. El film está estructurado en cinco partes: Hombres y gusanos, Drama en el Golfo Tendra, El muerto clama, La escalera de Odesa y Encuentro con la Escuadra.
A lo largo de esas cinco partes se cuenta la historia de esta marinería que se niega a comer la apestosa sopa, el castigo ejemplarizante que pretende el capitán, la patética escena con los marineros condenados a muerte, esperando los disparos de los fusileros, el amotinamiento de los marineros, la toma del mando del barco por los rebeldes, el desembarco del líder muerto, Vakulinchuk, en Odesa, donde la población le rinde homenaje, la salvaje represión del ejercito zarista, con los cosacos a la cabeza, en la famosísima escena de la escalinata de Odesa, y finalmente el tenso encuentro del Potemkin con la Escuadra zarista, que, ante la petición de camaradería y hermandad de la marinería amotinada del acorazado, lo deja pasar sin cañonearlo.
Todo en El acorazado Potemkin es fastuoso, incluso noventa y tantos años después: la espléndida fotografía de Eduard Tisse, el operador por excelencia de Eisenstein, el montaje, del que se encargó el propio Sergei Mijailóvich junto a Grigory Aleksandrov, que supuso una revolución total: a partir del film, el montaje ya no será la mera adición de un plano tras otro para contar una historia de forma más o menos coherente, sino que se constituye en un motor fundamental de la propia historia, pudiendo con el mismo modificar a voluntad del editor esa historia conforme a sus intereses o gustos.
Plena de emotividad revolucionaria, plagada de momentos sublimes (los marineros bajo la lona esperando la balacera, algunos cayendo al suelo de hinojos, vencidos por el miedo y la desesperación; la madre con el niño gravemente herido en brazos, enfrentándose a los fusileros en la escalera de Odesa; el cochecito del bebé que cae por los peldaños tras morir su madre), El acorazado Potemkin ha sido considerada con frecuencia una de las mejores películas de la Historia del Cine, y ciertamente se puede considerar así, tanto por la fuerza de sus imágenes como por el impacto brutal de su historia, por sus espléndidas innovaciones en el lenguaje cinematográfico y por suponer, en su conjunto, una obra redonda, de una madurez sorprendente en un cineasta que, cuando la rodó, contaba solo 27 años.
Fiel a su espíritu revolucionario y al hecho de que las masas (proletarios, marineros) sean los auténticos protagonistas del film, no existen personajes centrales, más allá quizá del identificado como Vakulinchuk, interpretado por Aleksandr Antonov, actor que tendría una apreciable carrera cinematográfica, habiendo debutado en la pantalla también a las órdenes de Eisenstein en el corto El diario de Glúmov, y que ejemplificaba aquí perfectamente el héroe revolucionario de alguna forma anónimo, en el que se encarnaba la figura del mártir del proletariado.
(14-02-2018)
70'