El cine danés se resume en tres nombres: el gran Carl-Theodor Dreyer, maestro de maestros; Gabriel Axel, popular por su Oscar "El festín de Babette"; y Lars von Trier, que conmocionó el cine en 1984 con su película "El elemento del crimen", para después volver a impactar fuertemente con su mesmérica "Europa" y que engendró el movimiento "Dogma 95", que propugna una (muy discutible, es cierto) vuelta a los orígenes del cine. Pero en esta su primera obra famosa, que le daría el prestigio necesario para poder realizar su carrera en condiciones de libertad creativa, Trier trazó una visión apocalíptica de nuestro mundo en un futuro más o menos incierto, aunque se adivina no demasiado lejano. La oscuridad es la tónica dominante, sólo rota por retazos de luz amarillenta, el color por excelencia del filme. Se trata de un policiaco atípico, ambientado en un mundo de caos, en el que el protagonista habrá de intentar descubrir al autor de varios atroces asesinatos. Pero lo de menos es el argumento, con ser también sugestivo. Lo de más es la escenografía delirante, la espléndida "performance" de esta pesadillesca historia para no dormir.
El elemento del crimen -
by Enrique Colmena,
Sep 09, 2003
3 /
5 stars
Historia para no dormir
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