El libro del amor

Analeine Cal y Mayor (México D.F., 1979) es una guionista y directora azteca que se formó inicialmente en el Centro de Capacitación Cinematográfica de la Ciudad de México, para posteriormente completar sus estudios sobre cine en la prestigiosa ESCAC de Barcelona y en Los Ángeles. Su carrera cinematográfica se inició en 2011, y desde entonces ha rodado varios cortos, series y largometrajes, con cierta frecuencia en torno a temas familiares, pero también de corte romántico. Esta El libro del amor quizá sea su película más conocida, aunque habrá que decir pronto que no es especialmente distinguida.

La historia se ambienta inicialmente en Londres, en nuestro tiempo. Allí conocemos a Henry Copper, escritor de un solo libro, que está leyendo su novela ante un escaso público en una librería; el autor no se da cuenta de la escasa repercusión de su texto, de que en realidad su libro es un pequeño desastre. Es un tipo balbuciente, inseguro, que tiene idealizado el amor, creyendo que no siempre tiene que ir aparejado al sexo. La editora le informa de que, sorprendentemente, en México su libro está siendo un gran éxito de ventas, así que lo envía a una gira promocional de su volumen al país de las enchiladas, donde es recibido por María, la traductora al español de su libro. Pero cuando Henry y María llegan al primer evento que le tienen preparado en la gira, lo que ve es una exótica (por decirlo de alguna forma...) portada de la edición mexicana de su volumen, y muchas mujeres arrobadas con su libro, todas enfervorizadas...

Cal y Mayor juega en esta comedia romántica de enredo con un clásico en el género como es el humor de opuestos, con un protagonista apocado y con más miedo que siete viejas, y una mujer muy “echá p’alante”, una mujer que, en la tesitura de tener que traducir el volumen del primero, opta por echarle sal y pimienta, y transforma el soso libro de Henry en un picantón volumen en el que el sexo no es precisamente un actor secundario. Él tiene una visión puramente romántica del amor, ella sin embargo tiene una visión más bien pícara. El humor, entonces, provendrá del típico choque de opuestos: blanco anglosajón contra mexicana, primer mundo contra tercer mundo, gringo (aunque sea británico) contra hispana, rico contra pobre, idioma inglés contra lengua española... aunque al final ambos tendrán que aprender a trabajar juntos cuando les encarguen escribir a cuatro manos la siguiente novela. Así, aunque el hombre parece más bien asexuado, evidentemente se le pasará antes de terminar la peli, como no puede ser de otra manera en este tipo de productos. De esta forma, María empezará a entender el punto de vista de él, a valorar el amor, y Henry, a su vez, empezará a entender el sexo; estaremos entonces ante una aproximación de posturas que, evidentemente, estaba más que cantada desde el principio: otra cosa hubiera sido impensable en un film de estas características.

Aparte de ello, nos parece que este El libro del amor juega con el tema de los escritores de novela romántica y erótica, con algunos títulos que, como la saga iniciada por Cincuenta sombras de Grey, de E.L. James, son un auténtico fenómeno sociológico y, desde luego, un pingüe negocio económico; podría considerarse que este film ensaya, con tibieza, una cierta sátira al respecto, aunque también se llevan su palito los sesudos autores cuyos solemnes libros rivalizan con el plomo en su pesadez.

Hay también una cierta mirada femenina, incluso feminista, por cuanto se pone de manifiesto que la protagonista siempre quiso dedicarse a escribir profesionalmente, pero no podía: en su país y con su bajo estatus social solo podía trabajar cuidando de hombres.

Estamos entonces ante una historia romántica dentro de la subtemática que enfrenta a dos opuestos aparentemente irreconciliables, con ciertas variantes, aunque desde luego no desdeña el clásico esquema de la comedia romántica del “chico encuentra chica”, etc.

La narración de Analeine Cal y Mayor es correcta, aunque también bastante rutinaria e impersonal. A los intérpretes los vemos acertados en sus papeles, aunque nos parece que nuestra compatriota Verónica Echegui, en su incursión en el cine mexicano, está más motivada que Sam Claflin, que da la impresión de no haberse implicado demasiado en el proyecto.

(13-06-2024)