Pelicula:

El misterio de la Puerta del Sol se reputa como el primer filme sonoro español. Durante muchos años se consideró perdido, si bien el hallazgo de una copia en una finca propiedad del productor consiguió su recuperación para el patrimonio cinematográfico de España.

El valor de El misterio… es, desde luego, fundamentalmente histórico y de algún modo arqueológico, en el sentido de que se trata de la primera película en la que se pudo oír el español de España, aunque el filme tiene también todavía escenas explicadas con intertítulos, como un híbrido entre el cine mudo que en esa época empezaba ya a dar sus estertores (y con él toda una generación de grandes cineastas que no pudieron o no supieron adaptarse al nuevo modelo) y el pujante cine sonoro, aunque en aquella época la calidad fuera, evidentemente, muy cuestionable, con una voz perceptiblemente atiplada en prácticamente todos los intérpretes, hombres o mujeres, incluidos algunos cantaores que a buen seguro no imaginaban que su voz en cine iba a sonar como si fueran vicetiples.

La historia es una marcianada. Dos jóvenes madrileños de finales de los años veinte, ambos linotipistas en un periódico, se enteran de que el famoso director Edward S. Carawa busca actores para su nueva película, y se deciden a probar suerte en el casting. En la prueba Pompeyo Pimpollo (que así se llama uno de los pánfilos) se enamorisca de la vedette del yanqui; finalmente el cineasta no da por buena la prueba, considerando que necesita caras conocidas. Para convertirse en famosos y con ello conseguir los papeles de la película, los dos memos urden un plan, según el cual uno hará creer que ha matado al otro, y en prueba irrefutable mostrará un esqueleto previamente robado del desván de un prójimo, para después aparecer el supuesto muerto bien vivo con la consiguiente publicidad. Pero la farsa, como los tiros de la pistola, les saldrá por la culata…

Ni que decir tiene que El misterio… es un disparate, tanto argumental como técnicamente. Francisco Elías, cineasta onubense que hubiera podido tener una carrera bastante más interesante si no se hubiera tenido que exiliar tras la Guerra Civil, fue el autor del filme, por el que desde luego no pasará a anal alguno. Su baza es, por supuesto, su condición de pionera en el cine sonoro, y entonces da igual que la planificación sea absolutamente teatralizante, que el montaje de planos y contraplanos chirríen continuamente (cuando gente como Griffith, pero también Lloyd, Keaton o Chaplin, habían conseguido ya una fluidez más que notable en este recurso fílmico), que los diálogos sean de besugos, o que las continuas inclusiones de numeritos musicales, flamencos, líricos o de varietés, supongan una considerable rémora para la narración.

Pero al final todo da igual. Lo importante es que con la recuperación de El misterio de la Puerta del Sol se encontró el eslabón perdido entre el cine mudo hispano de los años veinte y el sonoro que, ya a partir de los años treinta, sería la norma de la cinematografía española (y de las del resto del orbe, es cierto…).

Al frente del reparto aparece Juan de Orduña, entonces prolífico actor y años más tarde también prolífico director, uno de los preferidos del régimen franquista, en cuyo seno realizó un puñado de películas que, si no fueron precisamente buenas, sí que fueron en muchos casos grandes éxitos comerciales.


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75'

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El misterio de la Puerta del Sol - by , May 04, 2016
2 / 5 stars
El primer filme sonoro español