A Jennifer López le ocurre lo que a Sandra Bullock: por más que ambas insisten y luchan por convertirse en la reina de la comedia, no acaban de lograrlo, ya que antes tendrían que tratar de ser actrices y dejar al margen su belleza, buscarse buenos guiones y directores que sean capaces de llevarlos a buen puerto. No es este el caso de Jennifer Lopez, quien en esta ocasión se pone en las manos del debutante Alan Poul y con un poco inspirado guión de Kate Angelo, con el que regresa la actriz portorriqueña al género tras hacer algunas comedias como Planes de boda (2001), Sucedió en Manhattan (2002) o ¿Bailamos? (2004).
Zoe desea tener un bebé, pero no encuentra al hombre adecuado que se lo pueda dar y decide tenerlo por inseminación artificial, tras lo cual, ese mismo día, tropieza con Stan, cuando va a tomar un taxi bajo la lluvia, que le hace tilín, y con el que inicia una relación. Pasado el tiempo el problema está en cómo decirle que está embarazada y que el hijo no es suyo.
Una vez más esta fallida comedia romántica plantea la guerra de los sexos unido al tema de la maternidad, que en este caso es el motor que pone en movimiento esta historia en la que se incluyen algunos gags acerca del parto, junto a varios tópicos en torno a la pareja y la inseminación artificial, sin que en ningún momento se tomen muy en serio estos asuntos. El guión, sin gracia, sigue una receta más bien tópica, a la que le falta ingenio, cohesión y ritmo, y le sobra monotonía. Hay algunas referencias personales autobiográficas a la protagonista, como su espléndido trasero o los gemelos que la mantuvieron alejada del cine durante cierto tiempo. La cinta resulta aburrida, monótona, a la hora de tratar la maternidad responsable y el matrimonio con cierto sarcasmo, la independencia y la libertad de la mujer para ser madre en la actualidad o la falta de compromiso de ciertos hombres. La película ofrece pocos momentos cómicos a lo largo del desarrollo de la trama y los actores dan poco de sí, ya que el guión tampoco les da muchas oportunidades para su lucimiento. No basta con la simpatía de Jennifer López o la apostura de Alex O'Loughlin para elevar el nivel de esta previsible y superficial comedia que apuesta por creer en el amor y no pensar únicamente en uno mismo, al tiempo que defiende la paternidad y la familia tradicional con estereotipos sentimentales. Como viene siendo frecuente, los mejores momentos cómicos están en el tráiler y con eso casi es suficiente.
El plan B -
by Francisco Casado López,
May 16, 2010
0 /
5 stars
Comedia sobre la maternidad
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