Hay directores que nacen con especiales cualidades para un género, pero un buen día se plantean cambiar para experimentar, y más les valiera no hacerlo.
Éste puede ser el caso de Bob Rafelson, quien tras hacer su personal película Mi vida es mía, precisamente con Jack Nicholson, con quien repetirá en otras ocasiones, nos ofreció varias muestras de cine negro bastante respetables. Estos títulos no son otros que El cartero siempre llama dos veces y El caso de la viuda negra.
Ahora se empeña en pasarse a la comedia, género que a todas luces, y por lo demostrado en esta ocasión, ni domina ni tiene cualidades para ello. Hay que decir en su descargo que aquí no tiene un guión precisamente ejemplar en el escrito por Carole Eastman, en el que se nos cuentan las aventuras de un adiestrador de perros en precaria situación económica cuyos servicios son requeridos un buen día para que le suministre un perro a una atemorizada cantante de ópera, con la que entablará relaciones.
Lo que en principio debió ser una divertida comedia se transforma en una sosa película en la que Jack Nicholson no acaba de encontrar su sitio ni mostrarse como un auténtico comediante.
Más suerte corren en este terreno de la interpretación las actrices, Ellen Barkin y Beverly D’Angelo, que encarna a su hermana, quienes se defienden en sus respectivos papeles, mientras que Harry Dean Stanton hace lo que puede con el suyo, bastante corto.
Anotemos finalmente que el buen compositor Georges Delerue logra algunos buenos temas en esta su última partitura antes de su muerte.
Ella nunca se niega -
by Francisco Casado López,
Apr 17, 2013
1 /
5 stars
Sin aptitudes para la comedia
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