Parece que pasaron los tiempos en los que Rob Reiner despertó esperanzas con un cine fresco y desinhibido, con títulos como Cuenta conmigo (1986) o La princesa prometida (1987). Incluso han pasado también las ilustraciones correctas aunque algo planas, como Misery (1990)y Algunos hombres buenos (1992). Fantasmas del pasado evidencia su grado de deterioro, si no en su solvencia profesional, que sigue siendo elevada, sí en su capacidad de imaginación y, sobre todo, en su compromiso con el proyecto cinematográfico que le toca llevar a cabo.
Porque este film, en efecto, tiene una pinta de encargo que tira de espaldas, y lo que es peor, de un encargo hecho con desgana, la historia real del asesinato de un líder negro en los años sesenta y la condena, treinta años después, del racista que lo mató.
Pero, además de un tratamiento superficial y perezoso, le falta convicción, como si el director no creyera realmente lo que está contando; a ello contribuye grandemente el protagonismo de un actor tan negado como Alec Baldwin; Whoopie Goldberg, bastante mejor actriz, sin embargo no da el papel, en un claro error de casting. En cuanto a James Woods, realiza un notable esfuerzo de composición, pero el pésimo maquillaje para que parezca un anciano arruina buena parte de su labor.
(23-08-2004)
130'