Historias para no contar

Hubo un tiempo en el que el cine italiano puso de moda las producciones compuestas por varias pequeñas historias que solían tener un tema en común. Esa costumbre se ha perdido hace tiempo, pero el cine español se acuerda de ella en Historias para no contar (2022), del cineasta catalán Cesc Gay.

Son cinco relatos cortos en esta ocasión en los que se cuentan en tono de comedia otras tantas situaciones, con el tema del sexo como tema en común, con las que nos podemos identificar, pero que preferimos no contar, e incluso olvidar, con una mirada ácida y compasiva a la incapacidad para controlar nuestras emociones. Cesc Gay es un director al que le gustan las historias breves, como ya lo hizo en Una pistola en cada mano (2012), y lo vuelve a repetir en esta su última película.

Es una comedia urbana sobre unos personajes que viven en la misma ciudad, Barcelona, que se ven en situaciones comprometidas con sus parejas o amistades, en las que se cuentan mentiras o adoptan posiciones con respecto a quienes tienen enfrente.

En la primera, Tengo ganas de verte, Laura se encuentra con su vecino Alex en el parque paseando a sus perros, el de ella cojea y él se brinda a curarlo cuando regresan a casa. Al llegar el marido ella lo esconde, creando una situación embarazosa de la que salir. La segunda se titula Sandra. Luis, separado hace 10 años, visita a su hermana Ana, casada con Carlos. Conoce en un bar a Sandra, una actriz, y ambos le animan a que olvide a su ex mujer, pero hay un problema.

La tercera es Los martes y los jueves. Son los días de la semana a los que se puede acudir a un casting, en el que coinciden tres amigas, que comentan sobre sus experiencias sexuales. La cuarta lleva por nombre Me has hecho muy feliz estos meses. Andrés es un señor mayor casado que ha tenido como amante ese tiempo a Bárbara, una chica mucho más joven, con la que se cita para decirle algo y ella también desea confesarle una cosa. La quinta es París. Dos amigos, Edu y Jota, juegan al tenis. El primero está en pareja con Sofía, que está embarazada, a la que acompaña al supermercado, y ambos se cuentan sus infidelidades.

Son cinco relatos cortos con el tema común del sexo, las mentiras y la infidelidad en casi todos ellos, que están muy bien escritos, que interesan sus buenos diálogos, que fluyen sus narraciones con facilidad, que enganchan al espectador a pesar de su brevedad, que se identifica con los personajes y que resultan entretenidos, constituyendo una comedia divertida.

Tienen además el interés de estar interpretados por un plantel elegido de entre los mejores actores actuales del cine español, y una dirección del barcelonés Cesc Gay que, ante la veteranía de algunos de ellos, les deja hacer con la seguridad de que reflejan bien el cometido de sus papeles, sin complicarse en la planificación de la puesta en imagen.