La amenaza

Un hombre y su amante se ven envueltos en una turbulenta historia de celos por parte la esposa del hombre, cuyo suicidio dará pie a que la Policía sospeche de su pareja. El protagonista, entonces, ideará una original forma de escapar de las pesquisas policiales, aunque quizá el destino le depare otra cosa...

Con un sólido guion debido a la colaboración entre el director y el experto libretista Daniel Boulanger, Alain Corneau supo construir una historia convincente y atractiva, tan perfectamente medida que parece un relato de Agatha Christie. Su puesta en escena es sobria e inteligente, cuidando al detalle los más mínimos planos, siempre muy ajustados y certeros.

En cierto sentido, La amenaza recuerda aquella magnífica película de Billy Wilder, Testigo de cargo, aunque la que comentamos se limita al terreno de las indagaciones y no entra en juicios como el famoso film de Wilder.

Excelente trabajo de Yves Montand al frente del reparto, en el difícil papel de un antihéroe, que él sabe matizar a la perfección. También las actrices Carole Laure y Marie Dubois interpretan correctamente sus roles. La música de Gerry Mulligan acompaña adecuadamente el relato, aunque en este sentido son mucho más elocuentes los largos silencios que se suceden con buen criterio en la cinta. A destacar también las escenas de acción del principio, muy logradas y convincentes, en un film dotado de muy buen ritmo narrativo.

Corneau, que se fogueó en cine a las órdenes de gente tan buena como Costa-Gavras y Marcel Camus, tiene en su haber una interesante filmografía como director, casi siempre dentro del cine negro a la francesa, el popularmente conocido como “polar”, con títulos como Policía Python 357, Serie negra y La decisión de las armas, aunque paradójicamente su mejor película sería “de época”, la notable Todas las mañanas del mundo, una delicada historia sobre Marin Marais, el virtuoso intérprete y compositor de viola de gamba del siglo XVIII.

(08-07-2021)