Las producciones de juicios constituyen casi un género aparte dentro de la intriga policial que procede al haberse cometido un delito o un asesinato. Así ocurre, una vez más, en esta ocasión en la que la acción comienza con Lise Bataille, la protagonista, una adolescente de 16 años, que se encuentra disfrutando de un día de playa con sus padres y su hermano pequeño, Jules de 8 años, cuando un par de policías se la llevan acusada de ser la principal sospechosa del asesinato de su mejor amiga, Flora Dufour, que ha aparecido muerta de varias cuchilladas tras la celebración de una fiesta la tarde noche anterior, un hecho ocurrido hace dos años.
Lise se quedó a dormir en la casa de Flora y declara que se marchó a la mañana siguiente antes de que ello sucediera y algunas acciones que hizo después que no convencen a la fiscal. El posible motivo del crimen es la riña que tuvieron ambas chicas por haber subido Flora a las redes sociales un video de corte sexual de Lise con un chico, lo que hace que las buenas relaciones entre ambas se enfriaran. En el juicio intervienen el padre, la madre, el hermano, la señora Beatrice Dufour, madre de Flora, los peritos que determinaron la hora de la muerte, así como las características del arma homicida, que ha desaparecido.
La acción se centra prácticamente en el desarrollo completo del juicio que se celebra en varios días sucesivos. El título hace alusión a la pulsera o brazalete policial que lleva ceñido en el tobillo derecho Lise para controlar su libertad provisional, ya que no puede salir de una extensión de 500 metros y la prohibición de no acercarse a la casa de Flora.
Como suele ocurrir en esta clase de películas, el suspense va aumentando conforme va transcurriendo cada día del juicio y se van conociendo más datos del crimen a través de las declaraciones de los distintos testigos o personas implicadas en el mismo.
Es un film sobre la relación entre padres e hijos y lo que separa a una generación de la otra y lo poco que los adultos saben de los jóvenes, de sus problemas y preocupaciones. Más que el crimen en sí, interesa la relación que existía entre las dos chicas y los secretos que ambas guardaban en la cuestión del sexo como si es culpable o no.
El guion se inspira en la cinta argentina Acusada (2018), escrita por Ulises Porra Guardiola y dirigida por Gonzalo Tobal, basada en una historia real ocurrida en Argentina, el crimen de Solange Grabenheimer en 2007, y de paso hace un retrato de la sociedad, del sistema judicial y de la familia de Lise.
Está filmado de manera puntillosa, con una narración desarrollada por derecho, por Stéphane Demoustier, que hace con éste su tercer largometraje, visitando cada día del juicio, lo que prácticamente constituye todo el argumento.
Lise mantiene su inocencia de una manera fría y calculada, ayudada por la ambigua interpretación de la joven actriz debutante Melissa Guers frente a la ardorosa intervención de la fiscal incorporada por Anaïs Demoustier (hermana del director), con una gran fuerza en su actuación, y en una labor más secundaria se encuentra Chiara Mastroianni en el personaje de la madre de Lise.
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