En 1977 George Lucas revoluciona el mundo del cine con la primera entrega de una saga que, con el tiempo, sería una de las más taquilleras de la Historia del Cinema. El hábil Lucas pone en escena un argumento que bebe en las cercanas fuentes de los cómix y las aventuras de los años cincuenta, pero también en veneros más graves como J.R.R. Tolkien o el ciclo artúrico.
En un futuro indefinido, pero que se adivina muy, muy lejano (...), la princesa Leia consigue los planos de la nave insignia del Imperio enemigo. Secuestrada (que no raptada, que incluye sevicias sexuales, a ver si nos enteramos...), la chica, con todo su golpe de "principessa", habrá de ser rescatada por dos mocitos sandungueros que se muestran tan duchos con la espada láser como su antecesor El Zorro con el florete.
La guerra de las galaxias es hoy un clásico indiscutido de la ficción científica, pero también un divertimento por el que no pasan los eones... Sus protagonistas tuvieron diversa suerte: Harrison Ford (con la ayuda inestimable de otras franquicias, como la de Indiana Jones) se convirtió en una estrella, mientras que Mark Hamill y Carrie Fisher no brillaron nunca fuera de la saga.
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