Pelicula: Hay una postura en la crítica establecida, tan lamentable como acomodaticia, que presupone que cualquier cosa hecha por uno de los Maestros Incontestables (las mayúsculas son irónicas, claro...) tiene que ser, necesariamente, la Octava Maravilla del Mundo. Pero ello no tiene por qué ser así, y para muestra un botón, este petardo de La inglesa y el duque, perpetrada por un cineasta que nos ha dado tantos momentos de placer, Eric Rohmer, pero que aquí, seguramente a causa de una senilidad por lo demás comprensible (es ya octogenario), ha meado fuera de tiesto, por decirlo con ese dicho español tan escatológico como gráfico.

Donde en la mayor parte de su anterior filmografía había levedad, ligereza, frescura, sencillez, sensación de espontaneidad, retazos de vida artísticamente llevados a la pantalla, deliciosos azares y carambolas, en esta nueva película hay aburrimiento mortal, larguísimo metraje, plomizos diálogos, personajes que no nos interesan lo más mínimo, acartonamiento en la puesta en escena, incluso escenarios infográficos de postalita que mueven a risa (algún despistado habrá hecho su exégesis sobre los paisajes minimalistas o naïf, qué cosas), y todo ello en una indigerible toma de postura de este viejo y (hasta ahora) buen cineasta a favor de la aristocracia absolutista durante la Revolución Francesa, que viene a ser más o menos como si Saura rodará un filme sobre el llamado Alzamiento Nacional de Franco y éste y los insurrectos fueran los buenos de la película.

Rohmer presenta a unos nobles que son el colmo de las virtudes, de la abnegación, de la entrega a sus semejantes; por el contrario, los burgueses que tomaron La Bastilla el 14 de julio de 1879 son presentados como una panda de gente sucia, ruín, malencarada, cruel, vengativa, un cubo de basura pleno de todos los vicios posibles. Lo dicho: una buena patada a la Historia, si no fuera porque sabemos a qué grado de corrupción y tiranía había llegado la monarquía absoluta de Luis XVI y cómo aquella Revolución puso las bases de las modernas sociedades de libertad, democracia y respeto a los derechos humanos. Pues nada, que de la lucidez al chocheo va un instante; qué digo un instante: un nanosegundo, y me quedo corto...

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130'

Año de producción

La inglesa y el duque - by , Oct 04, 2001
0 / 5 stars
De la lucidez al chocheo