Una de las numerosas versiones que del clásico homónimo de Robert Louis Stevenson se han hecho para el cine y la televisión fue esta coproducción europea, no precisamente la más inspirada, pero sí con algunos puntos de interés.
La historia es archiconocida; un adolescente, Jim Hawkins, vive en una posada, el “Almirante Benbow”, con su madre, viuda. Allí llega un viejo marino, el capitán Flint, que aterroriza a la parroquia, y a la vez se siente atemorizado por la posible llegada de un lobo de mar de una sola pierna, que resultará ser Long John Silver. Muerto el pirata, aparece el mapa de un tesoro, que una variopinta expedición intentará rescatar, con el jovencito como grumete...
La mejor de las versiones tal vez fuera la de Victor Fleming de 1934, que contaba con la baza de Wallace Beery como el más famoso pata de palo de ficción de la historia (tal vez con permiso del imponente capitán Ahab de Moby Dick), y Jackie Cooper como el jovenzuelo Jim. Sin embargo, la versión que comentamos es demasiado ajustada al original literario; está realizada con un respeto sumario hacia el texto stevensoniano y es poco visual. Con todo, es curioso seguir las aventuras de todos conocidas con tan estrafalarios actores, como el impagable Orson Welles, que lógicamente se reservó el papel más lucido, el de John Silver.
El resto del reparto es muy inferior en calidades artísticas al gran Welles, pero sí resulta ser sumamente pintoresco. Están desde el debutante Kim Burfield, que interpreta a Jim el grumete, y cuya carrera en cine fue bastante corta, hasta el secundario Lionel Stander, que se hizo buena parte de las coproducciones europeas de la época, y otros característicos como Ángel del Pozo, a su vez realizador, aunque de escasa fortuna, o Aldo Sambrell, especialista en “spaghetti-westerns”.
Una curiosa fauna actoral, todos bajo la dirección del italiano Andrea Bianchi, que para la ocasión firmó con su habitual seudónimo inglés, Andrew White (no se quebró mucho la cabeza, no…), pero también a las órdenes del británico John Hough, en una peculiar bicefalia que, a la vista del mediocre resultado, no fue lo mejor para la película.
(29-11-2007)
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