Pelicula:

Estreno en Filmin.


Disponible también en Rakuten.


Jayro Bustamante (Ciudad de Guatemala, 1977) es una de las más interesantes figuras emergentes del cine centroamericano. De ascendencia indígena (maya, concretamente), estudió Comunicación en la Universidad San Carlos de Guatemala, especializándose en publicidad, para después trasladarse a Europa, donde perfeccionó sus estudios en el prestigioso Conservatoire Libre du Cinéma Français de París, donde estudió Dirección, y en el Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma, en el que se formó en Guion. De regreso a su país, montó en 2009 una productora, La casa de producción, que es una de las más interesantes empresas audiovisuales centroamericanas, con producción de spots publicitarios, cortos, documentales y largometrajes de ficción.

Esta productora, aliada a la francesa Les films du volcán, es la que está detrás de esta muy interesante La llorona, muestra de una mezcla de géneros, el drama político y el cine de terror y/o fantástico, de la que tenemos buenas y malas experiencias. Entre las primeras, las positivas, la película hispano-argentina Aparecidos (2007), del cineasta andaluz Paco Cabezas, afortunado híbrido de terror y percutante denuncia sobre los llamados “desaparecidos” (en realidad, asesinados) durante la Dictadura de Videla, Viola y Galtieri, y entre las segundas, las negativas, la anglonorteamericana Imagining Argentina (2003), de Christopher Hampton, con una historia que mezclaba indigestamente a los desaparecidos con supuestas personas dotadas de la facultad de localizar el paradero de estos con la mera imposición de manos.

Pero esta La llorona se inscribe, a nuestro parecer, entre las primeras, entre las que han sabido mezclar con tino la denuncia social y política con componentes sobrenaturales. La historia se desarrolla en la Guatemala de nuestros días, cuando supuestamente se sigue un juicio contra el (ficticio, pero evidentemente inspirado en auténticos oficiales con mando en plaza) general Enrique Monteverde, quien durante el bienio 1982-1983, durante el mandato del presidente Romeo Lucas, estuvo al mando del ejército en la matanza indiscriminada que se realizó entre los pueblos indígenas mayas, a razón de 3000 personas al mes, con la excusa de que para acabar con la guerrilla había que acabar con el pueblo origen de la misma, el ixil. En el juicio el general Monteverde, ya anciano, es condenado por genocidio, pero la Corte Constitucional, posteriormente, anularía esa condena. En la casa familiar, acosada desde entonces por manifestantes indígenas que piden justicia, el viejo general escucha por las noches una fantasmal voz femenina que llora, circunstancia que en el servicio doméstico provoca efectos devastadores, por el ancestral mito de La llorona que, según las tradiciones paganas, es una entidad sobrenatural maléfica que busca cobrarse venganza...

Bustamante, desde el principio, pone las cartas sobre la mesa: su película no busca caminos trillados, sino que, por el contrario, intenta, y con frecuencia lo consigue, impactar en el espectador, como ese plano que abre la película, un primer plano de la anciana esposa del general, Carmen, susurrando repetida, machaconamente, en compañía de otras mujeres (lo que iremos viendo conforme va abriendo el plano), una suerte de mantra que, en otro contexto, podría pasar por el rezo del rosario, pero que no es tal, sino una especie de súplicas hacia una deidad que desde luego no es el Dios de los cristianos, sino probablemente alguna divinidad pagana, del tiempo en el que los españoles aún no habían llegado a América.

Opta el director guatemalteco por modular su mensaje político (la denuncia del genocidio indígena que el ejército, a instancias del mando civil, el gobierno, perpetró durante el mentado bienio 82-83) con una historia preternatural en la que tendremos el mito de La llorona personificado, que atormentará al genocida y provocará metafóricos terremotos emocionales en la propia familia del general, desde el encastillamiento de la esposa de este, a pesar de que sabemos que en su momento estuvo en desacuerdo con la abyecta matanza ejecutada, hasta la hija del viejo, con dudas más que razonables sobre lo que realmente hizo su padre, y no digamos la nieta, una preadolescente que forjará fuertes lazos emocionales con la  nueva sirvienta que llega a la casa tras la desbandada del servicio, y que jugará un papel fundamental en la trama.

Con una utilización muy interesante del tema del ahogamiento, que está en la raíz del mito de La llorona, pero también se adapta aquí a uno de los vesánicos crímenes del general que regresa tantos años después a clamar venganza, el terror viene dado por esa figura legendaria de la religiosidad pagana aborigen, de raíz precolombina, aunque es cierto que no hay escenas de terror en sentido estricto, solo una creciente sensación de desasosiego, con una forma distinta de terror, que no busca el mero susto sino más bien la creación de una atmósfera inquietante. Bustamante utilizará para ello diversos elementos, incluida la hermosa música de los indígenas, con melodías tocadas con primitivos instrumentos de viento y percusión, ritmos antiguos y primordiales de cuando el hombre aún no dominaba la Tierra

Juega también muy bien Jayro con la transustanciación onírica, utilizando a la anciana esposa del general genocida corporeizándola como la mujer que sufría en sus carnes las atrabiliarias barbaridades de los milicos, lo que confiere a esas escenas una rara sensación de extrañamiento, pero a la vez una proximidad casi física.

Todo ello con una filmación elegante, con un punto de suspense sostenido, como latente, con un evidente buen gusto en el encuadre, siempre el exacto, cuidadosamente elegido, armónico, con una muy interesante utilización dramática de recursos cinematográficos tales como el primer plano y el zoom lento, con largos planos, con frecuencia incluso planos secuencia, en los que la cámara apenas se mueve.

La llorona, entonces, nos ha parecido una muy atractiva mezcla de drama de denuncia política y temáticas del horror popular hispanoamericano, en un film que funciona muy bien, con intérpretes que se desenvuelven muy correctamente, entre los que destacaríamos a Sabrina de la Hoz, que incorpora el papel de la hija, un mar de dudas sobre la verdad relativa a su padre, y María Mercedes Coroy, la nueva sirvienta, que tendrá un papel capital en la historia, una amerindia mirada hipnótica que tanto le conviene a su personaje.

(17-06-2022)


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

92'

Año de producción

Trailer

La llorona - by , Jun 17, 2022
3 / 5 stars
Denuncia política, horror primordial