Pelicula:

Marina Seresesky es una directora y guionista de origen argentino, afincada en España desde hace años. Como directora ha rodado su primer largometraje de ficción con esta La puerta abierta, tras sendos cortos, El cortejo (2010) y La boda (2012), que tuvieron una apreciable repercusión, con nominación al Goya incluida para el segundo de ellos. Su debut en el largometraje se puede decir que se ha saldado con resultado positivo. No es que La puerta abierta sea una película extraordinaria, que no lo es, pero sí es interesante, aporta elementos estimulantes y plantea la posibilidad de escape (aunque sea colindando con la fantasía, con el golpe de suerte imposible) para una mujer cuya vida es, literalmente, una piltrafa, por no decir una palabra más gruesa.

Rosa es una prostituta ya madura; hace la calle todos los días, y por la mañana vuelve a casa donde su insoportable madre, con síntomas de senilidad y postrada en silla de ruedas, le amarga aún más la vida. Así las cosas, una de las vecinas, una rusa de su mismo oficio, muere de una sobredosis; su hija de siete años se refugia en casa de Rosa, sin saberlo nadie. La mujer, en principio, quiere llamar a los servicios sociales, pero la cosa no será tan fácil…

La puerta abierta juega en su título, claro está, con dos circunstancias, una física (esa puerta que la vieja senil se deja siempre abierta mientras la hija hace la calle), y otra metafórica, la posibilidad, en ese golpe de suerte final, de tener una vida distinta, de poder dar también una existencia diferente a quien, sin tener su sangre, ha sido quien más amor le ha dado en toda su vida.

Filme finalmente esperanzado (aunque sea con ese ramalazo de fortuna que, desgraciadamente, tan difícil es que se produzca), resulta ser un drama bien contado, con una historia razonablemente trenzada por la propia directora, autora también del guión, y muy adecuadamente interpretada. Carmen Machi hace (otra vez) de hetaira; parece que no le ofrecieran otros papeles; está muy bien la intérprete que se consagró con el serial Aida: dura y amargada, a pesar de ello resignada, la posibilidad de tener otra vida la hará florecer, pero de forma muy discreta, casi sin apreciarse. Terele Pávez, como siempre, está espléndida, componiendo una vieja entre los delirios de un pasado que parece fue brillante y un presente frustrante. Muy bien también Asier Etxeandia, en un papel de travelo que resuelve con notable desparpajo.


Dirigida por

Género

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Duración

84'

Año de producción

La puerta abierta - by , Jan 02, 2017
2 / 5 stars
Como puta por rastrojo