Le pasa a esta película lo que a Tiempos de gloria, de Edward Zwick, esforzada epopeya que reclamaba el derecho de los negros a morir en el campo de batalla junto a los blancos. Aquí es el derecho de las mujeres a ser tratadas igual de salvajemente que los hombres en una unidad de élite de la Marina yanqui: pues qué bien; me imagino que más de una mujer (y más de tres mil millones, aproximadamente, en el mundo) declinaría gustosamente ese "derecho", quizá inalienable, pero que desde luego hay que tener tendencias masoquistas para reclamar.
Claro que La teniente O'Neil es un filme meticulosamente realizado, con escenas de percutante tensión, pero todo desemboca en lo mismo: reivindicar el derecho femenino a formar parte de este manual de vejaciones que supone entrar en los Navy Seals, y por supuesto, a formar parte del Ejército más poderoso del mundo. Esperábamos más del autor de Alien, del fascinante hacedor de Blade runner, incluso del algo tramposo componedor de Thelma y Louise, que este panfleto militarista con el que rinde un flaco favor a la causa de la paz en el mundo.
La teniente O'Neil -
by Enrique Colmena,
Jan 01, 2000
1 /
5 stars
Manual de vejaciones
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