Las aventuras del Doctor Dolittle

Esta segunda novela de la serie, Los viajes del Dr. Dolittle, fue publicada en el año 1922 por el ingeniero y escritor inglés Hugh Lofting, autor de libros infantiles, en la que creó el personaje del Dr. Dolittle, cuya pasión por los animales hizo que aprendiera sus idiomas, convirtiéndose en héroe de esta clase de literatura que protagonizaría varios títulos más de esa colección de aventuras, lo que llamaría la atención de los productores para llevarla a la pantalla a lo largo de los tiempos.

Así, existe una versión muda de 1928 y dos más sonoras, la primera y más clásica El extravagante doctor Dolittle (1967), de Richard Fleischer, con Rex Harrison, que tuvo problemas en el rodaje con los animales y fue candidata a nueve Oscar, de los que se llevó los de efectos especiales y canción, pero al ser una versión musical, fracasó comercialmente. La otra, más moderna, fue Las aventuras del doctor Dolittle (1998), de Betty Thomas, con Eddy Murphy, que poco se parecía a la novela, que tuvo éxito, debido a la popularidad del actor y dio lugar a varias secuelas.

Ahora nos llega ésta ayudada por los efectos especiales que crean a los animales digitalmente, evitando la dificultad que tuvo la primera y en los que estriba la gracia que se aporta al argumento con sus expresiones ante las distintas situaciones y los diálogos entre ellos o con el doctor y su ayudante el joven Tommy Stubbins.

Tras perder a Lily, su esposa, hace siete años, el doctor Dolittle, un famoso veterinario que vive en la Inglaterra victoriana, se encuentra deprimido y encerrado tras los altos muros de su gran mansión, que antes fue un hospital, rodeado de sus animales que le hacen compañía. Cuando es avisado por Lady Rose de que la joven reina Victoria está muy grave y ha pedido su presencia, Dolittle tendrá que dejar a un lado su ermitaña vida para iniciar una peligrosa aventura hacia una perdida isla para buscar un remedio para la soberana, que únicamente se encuentra en el árbol del Edén, que está custodiado por un dragón. Así Dolittle asegura el futuro de su residencia, recupera su sentido del humor y su coraje, al cruzarse con viejos enemigos como el pirata King Rassouli.

En este nuevo guion se vuelve a los orígenes al crear una comedia de aventuras para toda la familia, con la magia añadida de los mundos que atraviesa el protagonista, entre otros el que domina el pirata Rassouli, encarnado por Antonio Banderas en un breve papel, frente a la constante presencia de Robert Downey jr., que además es el productor de la película, cuyo trabajo tiene más mérito, aunque su trabajo no es que sea genial sino más bien pasado de rosca, al actuar con animales digitales que le comen el protagonismo. En el reparto figuran otros nombres como secundarios como Michael Sheen y Jim Broadbent.

En la versión original se pueden oír las voces de actores famosos como Emma Thompson, Octavia Spencer, Tom Holland, Ralph Fiennes, Selena Gomez o Marion Cotillard.

El responsable de este film es el guionista ganador del Oscar por el de Traffic (2000), que se pasó a la dirección debutando con La desaparición de Embry (2002), a la que siguió Syriana (2005), que hace con éste su cuarto largometraje, muy distinto en temática a todos los anteriores, del que sale airoso.