Pelicula:

Este filme era una idea largamente acariciada por el Eloy de la Iglesia del tardofranquismo, cuando perpetraba títulos que coqueteaban descaradamente con el sexo morboso aunque elíptico y con el thriller más bien siniestro, en títulos como Una gota de sangre para morir amando y Juego de amor prohibido. Aunque el proyecto se gestó denominándolo La otra acera, finalmente ese título, demasiado evidente para la época, se descartó por el más ambiguo de Los placeres ocultos; es bastante posible que ésta sea la mejor película de Eloy de la Iglesia durante la Transición española, lo cual no es decir mucho, porque su cine no es precisamente ninguna maravilla, aunque hay que reconocer al director vasco su intención de provocar tocando temas que, hasta aquellos momentos, no se habían afrontado en el pacato cine español de la época.


De la Iglesia plantea en esta cinta las conflictivas relaciones entre poder y sexo, una constante en su obra. Un director de un banco, hombre de posibles y homosexual, conoce cierto día a un joven, al que ofrece trabajo, esperando a cambio compensaciones amorosas. Pero las cosas no serán tan fáciles como él pensaba.


El interés de la película, entonces, está más bien en esta historia de sumisión y poder, algo tan viejo como el mundo, sea cual sea el sexo de los que la protagonizan y las oscuras motivaciones que les animan. Protagonizan algunos actores habituales en el cine de los setenta de De la Iglesia, como Simón Andreu, así como actrices consagradas como Charo López y Queta Claver, y un actor entonces nuevo, Tony Fuentes, a quien se adivina metido en la película en razón a su amistad con De la Iglesia, ya que sus dotes interpretativas eran más bien escasas; sin embargo, ello no ha sido óbice para desarrollar desde entonces una ya bastante dilatada carrera como actor, aunque es cierto que generalmente en papeles sin relieve.



Los placeres ocultos - by , Sep 28, 2017
2 / 5 stars
La otra acera