Francia se alía esta vez con Suiza para coproducir esta comedia como viene sucediendo en los últimos tiempos, para contarnos la historia de dos hombres, con vida y personalidades diferentes, que se embarcan en un coche fúnebre desde Lausana con destino al sur de Francia para transportar el cuerpo de la difunta Madeleine para su entierro. Durante su viaje se dan cuenta de que, por improbable que sea, en última instancia no son tan diferentes. Durante el trayecto entablan una inesperada amistad.
Ellos son Louis Caretti, director de una funeraria, de estado civil separado, que vive de su trabajo. El otro es Igor Parat, un espíritu agudo en un cuerpo de minusválido, a causa de una parálisis cerebral al nacer, que es repartidor para una empresa de verduras ecológicas a bordo de su triciclo, muy aficionado a leer a Sócrates, Espinoza, Platón, Nietzsche, entre otros filósofos. Un día Louis atropella sin querer a Igor en un descuido y lo lleva al hospital. Al día siguiente, agradecido, le regala una piña como obsequio y visitando solo la funeraria se queda dormido en un coche fúnebre en el que Louis tiene que llevar al sur de Francia el cadáver para su sepelio. Al parar para echar gasolina, Igor se despierta y al estar lejos, le acompaña sin otro remedio. Durante el camino verán la vida de una forma distinta y terminan amando la libertad.
La película está realizada por Bernard Campan, un actor con más de 40 títulos en su haber, que ya lleva seis largometrajes con éste como director, en el que ha contado con la ayuda en la dirección del debutante Alexandre Jollien, (famoso filósofo suizo al que le une gran amistad) y por lo que se ve no les ha ido nada mal a la hora de poner esta historia en imágenes.
Son ellos mismos los que se han encargado de personificar a los dos protagonistas, Louis e Igor, respectivamente, y como tal tampoco lo han hecho mal a juzgar por la química que se desprende de sus personajes, lo mismo que al colaborar en el guion en el que han introducido algunas experiencias propias.
Los personajes femeninos en esta historia son abundantes pero secundarios, como las secretarias de la funeraria, Cathy, la chica que recogen por el camino, y sus amigas de la despedida de soltera, la madre de Igor, la exmujer de Louis, y la chica del hotel, entre otros.
A lo largo de las distintas peripecias que constituyen el argumento de esta tierna y divertida comedia, que viven los dos, se hace una defensa de la minusvalía, de la sencillez, la sobriedad, la filosofía, así como de la amistad entre los dos, a pesar de ser de caracteres tan distintos.
Ganó el Premio al mejor largometraje en el Festival de Cleveland.
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