A la actriz Maïwenn la vimos por primera vez en Verano asesino (1983) y posteriormente en El profesional (Léon) (1994), El quinto elemento (1997) y pocos títulos más, ya que se pasó a la dirección con Pardonnez-moi (2006), faceta en la que Mi amor (2015) ocupa el cuarto lugar en su filmografía, aunque no ha dejado la actuación.
Tony es abogada y está ingresada en un centro de rehabilitación tras sufrir una grave caída esquiando. Dependiente del médico y los analgésicos, se toma su tiempo para recuperarse y recordar una tumultuosa historia de amor con Georgio, un hombre de gran personalidad, al que conoció a la salida de una discoteca, que le va sugiriendo una serie de preguntas acerca de la misma. Mientras halla las respuestas y el porqué sucumbió a esa pasión, Tony inicia una difícil reconstrucción corporal que le permita liberarse del pasado, romper con todo y empezar una nueva vida.
Drama sobre una mujer que se enreda en una loca historia de amor durante diez años, una pasión destructora con un hombre seductor, pero llegará un momento en el que el romanticismo se acabe, se producirá la paternidad, aparecerán las mentiras, las peleas y ya nada será lo que en principio era un amor fuerte e indestructible que llega a lo más alto y al siguiente día está al borde de la crisis.
Un drama romántico, contado en presente y pasado, con una historia de amor y desamor, desde el punto de vista femenino, con una relación amorosa tóxica de dos personas autodestructivas en la que él es un crápula, un gigoló que conquista a las mujeres con su atractivo físico, y ella se deja seducir a la primera. Pero el amor es como los vasos comunicantes, tiene que fluir en ambos sentidos y cuando uno de ellos falla, el amor se rompe, y aquí, como es previsible, ocurre por culpa de él, ya que desde el principio vemos cómo es su carácter y su forma de vivir, sin embargo ella está locamente enamorada y se lo pasa todo, porque es fácil de querer y de perdonar.
Tony sólo ve en Georgio el lado bueno, el que le ha enamorado, pero en definitiva es un narcisista que se enreda en una pasión fuera de control. Sin embargo la historia no nos acaba de convencer en muchos aspectos, ya que de él solo sabemos su perfil conquistador, cuando en realidad el personaje de Georgio es más complejo, pero lo desconocemos, como también el motivo de porqué se enamora de ella, cuando siempre tiene a su disposición mujeres más atractivas. Tal vez a su edad piensa que es el momento de sentar la cabeza, pero no es tan fácil para una naturaleza como la suya, la de un irresponsable con problemas de alcohol, drogas e infidelidad. Pero el amor a veces tiene cosas absurdas e incomprensibles.
Se puede ver un paralelismo entre la reconstrucción física de la pierna rota de Tony con la reflexión que hace entre tanto acerca de su amor, también herido, aunque lo primero puede arreglarse y quizás no tanto lo segundo, ¿o sí?
Aunque los dos protagonistas están espléndidos y funcionan, el montaje confunde con tantos saltos atrás en distintas épocas lo que descoloca al espectador y pierde fuerza. La directora Maïwenn realiza aquí una película muy diferente de las que hizo hasta ahora, apoyándose en la pareja protagonista.
El guion está descompensado, lleno de altibajos, en los que la emotividad y el humor contrastan en este romance destructivo, que se entretiene demasiado en cosas que no nos interesan y se hace reiterativo, lo que provoca que la trama se alargue demasiado, pierda ritmo y hasta llegue a cansar.
Emmanuelle Bercot ganó el premio a mejor actriz en el Festival de cine de Cannes, compartido con Rooney Mara por Carol.
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