Las películas de dibujos animados son muy propias para ser programadas en las Navidades, ya que los niños están de vacaciones y pueden acudir a verlas. En este caso la misma productora de El gato con botas. El último deseo (2022) y de la muy taquillera Super Mario Bros (2023) se ha animado a hacer Migración. Un viaje patas arriba (2023), dirigida por Benjamin Renner.
En ella se cuenta la historia de una familia de patos que viven felices en su tranquilo estanque mientras intentan convencer a su sobreprotector padre para salir a disfrutar de conocer el mundo que bien se lo merecen, pero éste tiene miedo de poner a la familia en peligro. La familia Mallard, con papá Mack a la cabeza, cuida de ellos mientras disfrutan en su estanque en Nueva Inglaterra. Mientras tanto Pam, la madre, prefiere ir de viaje y descubrirle el mundo a sus hijos, Dax, el mayor, y Gwen, la pequeña de la familia.
Un día un grupo de patos migratorios llega a su estanque para hacer un descanso del viaje y les cuentan estupendas historias vividas en lugares muy lejanos, especialmente en Jamaica, a donde se encaminan de nuevo cuando reanuden el vuelo. Esto anima a Pam a convencer a su marido Mack para viajar a Jamaica y Nueva York, ciudad esta última donde pasan algún que otro apuro, y así podrán adquirir nuevas experiencias, a lo que se une también el Tío Dan.
Finalmente se ponen en camino, aunque los planes no les salen como querían, pero conocen otros horizontes, hacen nuevos amigos, como un bonito loro jamaicano que se ofrece a guiarlos, viven insólitas experiencias y se lo pasan de lo más divertido.
El director, Benjamin Renner, del que recordarán Ernest y Célestine (2012) o El malvado zorro feroz (2017), logra aquí un bonito espectáculo de luz y color con esta historia en la que no falta el humor y los valores humanos en sus personajes.
La banda sonora de John Powell alegra sus peripecias, que no son pocas las que les suceden por el camino, a cada cual más emocionante y jocosa. El personaje de la pequeña Gwen es un encanto y una verdadera delicia su forma de comportarse.
Es una película muy apropiada para toda la familia, en la que los niños se ríen con la actuación de los emplumados protagonistas y los adultos disfrutan con las excelencias de su realización, con el buen ritmo de la narración que hace que no decaiga ni un solo momento el interés de la misma.
En esta ocasión no se introducen canciones a lo largo de la trama que a veces aburren a los pequeños espectadores, tan sólo una en los créditos finales con coreografía incluida que es bastante vistosa.
Premio a la excelencia cinematográfica de los críticos de Michigan.
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