Pelicula:

Estaba cantado: tras el éxito en taquilla en 2003 de La gran aventura de Mortadelo y Filemón, era sólo cuestión de tiempo que el cine español volviera a llevar a la pantalla al más patoso dúo de agentes secretos del mundo (con permiso, es verdad, de Maxwell Smart y la 99…). El cine de nuestra tierra no puede permitirse el lujo de no explotar filones como éste, que ha demostrado su notable capacidad para llegar al espectador medio, mayormente de edad párvula. También es cierto que, si la primera aventura no era nada del otro jueves, ésta tampoco es precisamente para tirar cohetes. El primer episodio (de esta que se adivina saga prolongada) contaba con el peculiar don de la ebriedad de Javier Fesser, antes ya evidenciada en productos tales como el corto El sedcleto de la tlompeta y el largo El milagro de P. Tinto.


En este nuevo episodio de los personajes de Ibáñez se ha confiado la dirección a otro elemento de la saga Bardem, Miguel, quizá no el más dotado de la familia. Porque el hijo del gran Juan Antonio Bardem, en los cuatro filmes que ha dirigido hasta ahora, no ha llegado a aclarar muy bien cuál es su estilo o qué pretende hacer en el cine: en Más que amor, frenesí cultivaba la comedia descarada y “modelna”, pero la co-autoría de Albacete y Menkes en la dirección no dejaba ver claro si ése era el tono de su cine; La mujer más fea del mundo nos sumió en un mar de dudas; por cierto, ¿sabe alguien ya de qué iba aquello? Noche de Reyes fue una comedia entre berlanguiana y ozoriana, que quiso reventar taquillas y terminó dándose un costalazo cosa fina; e Incautos, su anterior empeño antes que este que comentamos, jugaba al thriller de engaños, a la manera (es un decir…) de Nueve reinas, de Bielisky, pero tampoco se comió una rosca…


Así las cosas, tal vez asumir la dirección de un producto que no oculta su obvia vocación comercial, como este Mortadelo 2, no sea más que una opción perfectamente válida. No sé si en el futuro Bardem Jr. tendrá una carrera cinematográfica de más enjundia, pero en cualquier caso asumir un encargo de esta naturaleza, que pretende reeditar taquillas de muchos dígitos, es manifiestamente lícito. Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra da lo que promete: un universo de “cartoon” cañí, un microcosmos en el que los personajes de carne y hueso se comportan como si tuvieran, a la manera de sus originales de papel, sólo dos dimensiones, aparentando ser de chicle, inasequibles a cualquier clase de mamporro, en una sublimación del fenómeno del “slapstick” que nos devuelve al cine mudo. De hecho, podría verse la película sin la banda de diálogos y sería igualmente comprensible.


Es verdad que los “gags” con frecuencia son obtusos y pueriles, pero ese tono es el de los originales de los tebeos, aunque en carne y hueso la gracia delirante ibañesca pierda parte de su encanto. En definitiva, un producto comercial que aspira a hacer pasar un buen rato al público, no pretende pasar a la Historia del Cine pero sí a la de las recaudaciones. Si lo consigue, tal y como está el patio en el cine español, habrá que hacerle un monumento (con Mortadelo y Filemón en efigie, claro…).


P.S.- Edu Soto, hijo, lo tuyo es el Neng… Aquí el disfraz que más “canta” es precisamente el tuyo intentando hacerte pasar por Mortadelo…


(31-01-2008)


 


Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra - by , Jun 07, 2022
1 / 5 stars
Da lo que promete