Pelicula:

CINE EN PLATAFORMAS


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[Esta película ha conseguido 7 premios Oscar en su edición de 2024: Película, Dirección, Actor Protagonista, Actor de Reparto, Banda Sonora Original, Fotografía y Montaje]


La figura de J. Robert Oppenheimer (Nueva York, 1904 – Princeton, 1967) es, sin duda, una de las más importantes de la Historia del siglo XX, fundamentalmente por haber sido el padre de la bomba atómica, que cambió el rumbo del mundo desde que tuvieron lugar las únicas (esperemos que siga siendo así…) explosiones nucleares contra objetivos humanos hasta ahora ocurridas, ambas sobre Japón, en la primera decena del mes de Agosto de 1945, sobre Hiroshima (bomba de uranio) y Nagasaki (bomba de plutonio), con centenares de miles de muertos en el mismo instante de sus lanzamientos, y otros centenares de miles más en los siguientes días, semanas, meses y años.  

La película nos cuenta la vida y obra de Oppenheimer, con una narración fragmentada que da saltos atrás y adelante, con numerosos flashbacks y fast-forwards, a través de los cuales veremos al científico desde sus primeros pasos profesionales en los años veinte hasta primeros de los sesenta, casi cuarenta años a lo largo de los que fue un nombre fundamental en la ciencia (y en menor medida en la política…) yanqui. La trama se centra, en puridad, en las audiencias oficiales en las que Oppenheimer fue ladinamente emboscado por Lewis J. Strauss (quien fuera primero su aliado y después su rencoroso enemigo) para privarle de sus credenciales de seguridad, lo que le valió el descrédito ante la opinión pública al considerársele como persona no fiable; desde ese punto central viajaremos a los primeros tiempos de Oppenheimer, a sus relaciones desde el exterior con el Partido Comunista Norteamericano, a su fichaje por el gobierno para pilotar la invención de la bomba atómica antes de que lo hicieran los nazis, lo que podría decantar la Segunda Guerra Mundial para el lado que lo consiguiera primero, y también sus posteriores escrúpulos ante el monstruo que había desencadenado y su estéril intento de devolverlo a la mazmorra de la que nunca debió ser excarcelado.

Sobre la vida de este científico contradictorio, de etnia judía, de veleidades izquierdistas y, cuando se dio cuenta de la caja de Pandora que había abierto, ferviente defensor de la limitación de armas atómicas (lo que, a la postre, terminó haciéndose, con acuerdos como los conocidos por los acrónimos SALT y START), Christopher Nolan, “enfant terrible” del cine contemporáneo desde que a principios de este siglo dio un tremendo aldabonazo con la seminal Memento (2000), ha construido este peculiarísimo biopic, que se ajusta a la vida y la obra del genial físico teórico neoyorquino, pero a la vez hace sus propias interpretaciones sobre la existencia menos conocida del científico, sobre sus dos relaciones amorosas conocidas, con su amante Jean, mujer de carácter depresivo que terminó suicidándose, y con su esposa Kitty, pero también sobre sus relaciones con otros científicos, e incluso con personas fundamentales en su obra, como el general Groves, que sería quien le reclutó para el llamado Proyecto Manhattan, que se radicaría en el Laboratorio de Los Álamos, de donde saldría el prototipo de la primera bomba atómica, conocida como Trinity, explotada solo unas semanas antes de la que finalmente se lanzó contra la población de Hiroshima, una bomba bautizada con el irónico nombre de Little Boy, “muchachito”.

Nolan nos presenta a este personaje contradictorio que, según su visión, vivió la mayor parte de su existencia, desde que su contribución fue esencial para crear la bomba atómica, torturado no solo por los cientos de miles de vidas civiles que segó su invento, sino, sobre todo, por su convicción de que había abierto la caja de Pandora y, con ello, había puesto los cimientos para la aniquilación del ser humano sobre la Tierra. No en vano, según las biografías de Oppenheimer, el científico, buen conocedor de la cultura hindú, estaba obsesionado, aplicándoselo a él mismo, por el verso de uno de los libros sagrados indios, el Bhagavad-gita, cuando dice: “Ahora me he convertido en la Muerte, el Destructor de Mundos”, siendo consciente de que el envenenado invento que él había contribuido como nadie a crear podía ser el elemento que detonara el Apocalipsis.

El film, como todo en el cine de Nolan, es superlativo: la fotografía de Hoyte Van Hoytema, el operador sueco-holandés (aunque nacido accidentalmente en Suiza) que se ha convertido en su habitual cameraman, es exquisita, consiguiendo extraordinarias imágenes recurrentes tanto de las explosiones atómicas digamos reales como de las que poblaban los sueños y las duermevelas de Oppenheimer, como pesadillas que le perseguirían, según Nolan, hasta su temprana muerte a los 63 años. La banda sonora de Ludwig Göransson, que ya colaboró con Nolan en su anterior Tenet, funciona como música de fondo que mantiene una tensión constante a lo largo de todo el metraje, una tensión premeditadamente presentada en tono menor hasta que se eleva cuando se hace necesario para incrementar la intriga, el suspense, el voltaje narrativo.

Todo, como decimos, es “first class” en el film. También, conforme a la querencia de Nolan hacia lo trascendente, hacia lo solemne, nos parece que hay demasiado metraje, que tres horas son demasiadas cuando la historia se podría haber podado en bastantes minutos sin que perdiera en lo más mínimo su interés; antes al contrario, lo hubiera ganado. Porque el problema de Nolan es que, como decimos, siendo un cineasta notable, incluso muy notable, tiene una peligrosa tendencia a gustarse, a venirse arriba y, con ello, alargar innecesariamente lo que podría resumirse, sintetizarse, sin desdoro de lo narrado.

Aparte de esa pega, ciertamente, no hay muchas más que poner a este biopic atípico, como todo lo que hace el cineasta británico, la historia de un hombre atormentado por su obra, objeto de un monumental estudio literario, el libro American Prometheus: The triumph and tragedy of J. Robert Oppenheimer, del que fueron autores Kai Bird y Martin Sherwin, publicado en 2005 por Knopf, libro que consiguió, entre otros laureles, el Premio Pulitzer, siendo el texto que ha utilizado Nolan como base para el guion de su película.

Gran trabajo interpretativo por parte del numeroso elenco artístico, con muchos actores y actrices en papeles secundarios cuando generalmente suelen ser protagonistas: Robert Downey Jr., Jason Clarke, Florence Pugh, Emily Blunt, Kenneth Branagh, Matt Damon, Casey Affleck, Rami Malek, por supuesto Gary Oldman… Cillian Murphy, como J. Robert Oppenheimer, hace el que seguramente será el papel de su vida, y por el que, más que probablemente, será candidato al Oscar en la próxima edición.

(29-07-2023)


 


Oppenheimer - by , Mar 11, 2024
3 / 5 stars
El Destructor de Mundos