Pelicula:

Melina Matsoukas es una cineasta norteamericana de raza mestiza (griega por un lado, como delata su nombre y apellido, y por otro afroamericana, como denota su aspecto físico) que se ha labrado una extraordinaria reputación como directora de vídeos musicales, los populares vídeoclips. En ese apartado tiene una dilatadísima carrera desde que se inició en ella, hacia 2006, grabando desde entonces vídeos para gente de primerísima línea del mundo del espectáculo como Beyoncé, Jennifer López, Lady Gaga, Katy Perry, Kylie Minogue, Whistney Houston y Rihanna, entre un largo etcétera de primeros espadas. Ha ganado en tal faceta nada menos que dos Grammy y cuatro MTV Awards, entre otros muchos premios. Quiere decirse que en lo suyo ha llegado a lo más alto. Por ello quizá hace unos años decidió iniciarse en la dirección audiovisual pura, e intervino entonces en la realización de dos series, Master of None e Insecure, en las que se encargó de varios capítulos, con buena acogida.

Ahora da el salto al largometraje de ficción, y lo hace con esta Queen & Slim que incluso en el título remite al clásico Bonnie & Clyde, solo que con la peculiaridad de que, conforme a estos tiempos convulsos que vivimos, los que serán amantes se conocen a través de la popular aplicación de ligues Tinder. Una cita de este corte entre dos afroamericanos, la abogada Queen, y Slim, del que no sabemos mucho más, terminará como el rosario de la aurora cuando en Ohio, el estado donde ambos viven, un policía (blanco...) los pare por conducción irregular y posteriormente, cuando se desencadena una espiral de violencia, termina siendo matado por el chico afro cuando el “madero” había herido a la muchacha en una pierna. Los dos de Tinder huyen sin mucha idea de qué hacer...

Queen & Slim, como queda dicho, no oculta desde el principio su intención de constituirse en un Bonnie & Clyde moderno y militantemente afroamericano. Los continuos asesinatos de gente de color por policías (blancos, casi siempre) de gatillo fácil (aunque no, sospechosamente, con los de su raza...) están en la base de esta película que, sin embargo, y aunque evidentemente narra la huida de estos dos pánfilos que se cruzaron con la persona equivocada, lo cierto es que en el fondo no deja de ser una “road movie” con intención de de que se conozcan entre sí (y nosotros a ellos) dos individuos anónimos, un par de Don Nadies con ganas de, como todo quisque, intentar ser moderadamente felices.

Porque la muerte violenta del poli, desencadenada por su propia y abyecta conducta, en puridad está casi al comienzo del film, en el planteamiento, y sus consecuencias también al final, en el desenlace, que remitirá a otro clásico del cine de huidas, Thelma y Louise (no destripamos nada: en estas historias siempre se termina igual...), pero en su nudo, en su trama, es más bien el proceso de conocimiento de los dos seres que, aunque al principio parecen más Pimpinela que Romeo y Julieta, terminan, como cabía también esperar (en eso tampoco hay sorpresas, ni aquí ni en el 99 % del cine actual), de amantísima pareja.

Loable intento, entonces, por parte de Melina Matsoukas, en poner de inicio en imágenes (y denunciarlo acremente) la tan frecuente costumbre de la poli yanqui de suponer que todo negro es un delincuente, y también en contarnos cómo los dos protagonistas van enamorándose progresivamente, haciendo que lo que parecía iba a ser el polvo de una noche se convierta en algo mucho más sólido; también mucho más efímero, pero ello de forma brutalmente sobrevenida...

Lo malo es que el guion de Lena Waithe no se puede decir que sea la octava maravilla, plagado de personajes estrafalarios, de situaciones incoherentes, de giros impropios en la trama, que hacen que la atención del público no sea la adecuada. Un metraje excesivo, dos horas y doce minutos, tampoco ayuda precisamente, cuando a la película se le podría recortar veinte minutos y quedaría mucho más asequible, obviando el fantasma de la pesadez que se pasea ominosamente por toda la historia. Matsoukas demuestra buena mano: pone en escena con personalidad, da vida y matices a sus personajes principales y los hace creíbles, y no recuerda en ningún momento que es una directora de vídeoclips, lo que quizá la podría haber encasillado o viciado en esa labor.

Pero haría bien Matsoukas en elegir mejor los guiones que lleve a la pantalla; el de este Queen & Slim es manifiestamente mejorable, y lo que podría haber sido un vibrante, poderoso, emocionante drama de irisaciones románticas y de thriller, se queda en una película irregular, con aciertos parciales, pero lejos de la obra que apunta a ser, que quizá debería ser.

Buen trabajo de la pareja protagonista, un Daniel Kaluuya que, después de estar en el “sleeper” Déjame salir (2017), es uno de los actores afroamericanos de moda, y una Jodie Turner-Smith que se revela como una actriz fresca y competente.

(25-02-2020)


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132'

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Queen & Slim - by , Feb 25, 2020
2 / 5 stars
Bonnie & Clyde en los tiempos de Tinder