Tras pasar por la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes, se estrenó esta tierna comedia con una gran acogida en Francia tanto de crÃtica como de público. Erwan Gourmelon es un viudo de 45 años que lleva una vida tranquila en la Bretaña francesa, a pesar de su arriesgado oficio de artificiero desactivador de bombas, que descubre por accidente que Bastien, el hombre que lo crió, no es de verdad su padre. A pesar de toda la ternura que siente por él, emprende una búsqueda en la que no para hasta encontrar a su padre biológico, Joseph Levkine, un simpático anciano del que se encariña inmediatamente. En su camino se cruza la doctora Anna, una mujer por la que siente una atracción especial, que traerá alguna que otra sorpresa cuando la conozca más a fondo, al haber sucedido durante un incidente en la carretera al atropellar ella a un jabalà con su coche.
Sorprende muy agradablemente esta pelÃcula romántica a la que la directora Carine Tardieu le da una vuelta de tuerca, y en la que juega con la paternidad en este su tercer largometraje.
El protagonista busca a su padre biológico, pero Cupido se cruza en el camino, lo que de paso hace que además encuentre también el amor con el mismo esfuerzo, porque sin saberlo lo tiene bastante cerca, aunque algún mal paso del destino pueda hacer que se frustre, lo cual añade unas gotas de suspense a la historia. El argumento es un póker de confesiones y confusiones que se deja invadir por la seducción y la ternura, con la que permite encariñarse con Erwan, al ser tan amable como efectivo.
El film habla de una posible paternidad biológica o no, de un hombre a punto de ser abuelo, ya que su hija Juliette va a ser mamá y por unas circunstancia descubre que no es hijo de quien cree que lo es y busca al verdadero padre para conocerlo y acercarse a él. Hay momentos en los que el guion se arriesga, pero no obstante coordina muy bien los distintos embrollos que se van sucediendo, entre otros el desconocimiento del padre del bebé de la hija, la verdadera identidad de Anna que provoca la historia amorosa que tal vez contada de otra manera no podÃa haber funcionado mejor.
En el reparto todos están muy encajados en sus respectivos personajes con una Cecile de France que siempre suele estar bien, junto a François Damiens, que protagonizan esta comedia en la que se acaba cruzando el amor, en unos personajes muy bien diseñados. Tiene además algunos elementos de comedia dentro del posible drama que en este caso deriva a una trama que es muy agradable y al tiempo divertida, que está inteligentemente dirigida, con una gran sensibilidad y humanidad a la hora de tratar a los personajes y las relaciones que se establecen entre ellos.
Una comedia de enredos y equÃvocos en la que se adivina fácilmente lo que va a pasar, pero mantiene entretenido al espectador en todo momento. François Damiens fue nominado a los Globos de Cristal francés como mejor actor de comedia.
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