Pelicula:

Carlos Aceituno (Jaén, 1982) es un actor, guionista, director teatral  y director de cine y de vídeos musicales, cuya formación (siempre en el terreno del audiovisual y las artes escénicas) incluye, entre otras, una licenciatura en interpretación en la ESAD de Córdoba y una diplomatura en el Instituto de Cine de Madrid,. Viene desempeñándose como director cinematográfico desde principios de la década anterior, de los años diez de este siglo XXI, siendo este agradable Septiembre su debut en el largometraje de ficción.

La historia se desarrolla, claro está, durante un mes de septiembre, en nuestro tiempo, en un pueblecito anónimo de Jaén. Allí conocemos a Alma, como de treinta y tantos, embarazada; ha vuelto a su localidad natal para vender la casa de los padres, al fallecer la madre. Se reencuentra con Álex, más o menos de su misma edad, quien fue su novio 20 años atrás, rompiéndose la relación cuando ella marchó a la capital y él se quedó en el pueblo, donde se casó con una antigua compañera de estudios de ambos. Álex regenta un bar-restaurante. Alma y Álex, durante dos días, se verán varias veces, al principio recordando cosas del tiempo en el que eran novios, aunque después, como cabría esperar, también habrá turno para los reproches...

Esta primera película de largometraje de Aceituno nos parece una propuesta interesante, una especie de Antes del amanecer (y sus dos continuaciones) a la andaluza, lógicamente con evidentes variantes sobre ese esquema, pero en puridad también una historia romántica de lo que pudo haber sido y no fue. Es cierto que los recuerdos interesan mayormente a quienes los tienen, mientras que a los demás les (nos...) resbalan, y que la historia que se nos cuenta es bastante previsible, se ve venir cada paso, aunque también es verdad que el final, un poco a la manera de Los puentes de Madison (ya que estamos con clásicos del cine romántico), se aparta un tanto de lo que se podía prever por el devenir de los hechos que se están contando.

Formalmente, Aceituno opta por filmar cámara al hombro, aunque afortunadamente no en el modo tembloroso que es bastante habitual cuando los directores se decantan por este recurso. Está claro que de esta forma Aceituno busca la naturalidad, el realismo, en resumidas cuentas la credibilidad de la historia, que el espectador se lo crea y sea cómplice de esta.

Con buenos diálogos, con buen uso de coloquialismos y sin huir nunca (como debe ser) de expresarse con el acento andaluz propio de la zona, la película es en buena medida sus dos únicos personajes, interpretados por Cristina Mediero y David Villanueva, que resultan frescos y naturales, con gran química entre ellos...

Aceituno opta por una variante del famoso esquema clásico del “chico conoce chica-chico pierde chica-chico recupera chica”, siendo aquí “chico reencuentra chica-chico recupera chica-chico pierde chica”, un esquema probablemente más realista que el propuesto por el cine clásico, también más triste y melancólico: la vida, ya se sabe, no es lo que transcurre en una sala a oscuras, mirando hacia una pared iluminada, lo que hemos dado en llamar cine.

La película está rodada con soltura y con cierta solvencia, aunque el tema no sea demasiado original, al fin y al cabo una historia sobre cómo vuelve el pasado idealizado, pero cómo también, en el presente, vuelven las fallas que aparecieron en su momento y que hicieron inviable ese pretérito obviamente imperfecto. En el transcurso del film, en esa última parte en la que, como cabía esperar, aparecen los agravios y los reproches, nos enteraremos de cómo ella era la realista de la pareja y él el idealista, el de los pájaros en la cabeza y los castillos en el aire, y cómo, dos décadas después, ambos siguen igual: si aquellos problemas impidieron la consolidación de la pareja, ¿cómo podrían propiciar ahora, siendo los mismos, un reinicio prácticamente desde cero?

Hay otros elementos de interés, como la forma en la que el protagonista relata la vida con su mujer, esa sensación de convivir con alguien durante años en la que acabas aceptando la situación por respeto, y poco más, una vida en común en la que, en realidad, no hay nada en común, una vida juntos por pura inercia...

Como curiosidad, sorprendentemente, las calles de la localidad están permanentemente desiertas, como la Gran Vía en la famosa escena cuasi apocalíptica de Abre los ojos. Y eso que no estamos en la España vaciada...

(05-05-2024)


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87'

Año de producción

Septiembre - by , May 05, 2024
2 / 5 stars
Un pretérito obviamente imperfecto