Pelicula:

El capitán Simbad es arrojado a la isla Colossa, famosa por sus cíclopes, gigantes deformes de un solo ojo. Aunque consigue escapar por los pelos, tendrá que volver a la isla para deshacer un encantamiento... Las películas de ambiente oriental, todas inspiradas en esa fuente de ingenio que ha sido, es y será Las Mil y Una Noches, gozaron del favor del público durante la mayor parte del siglo XX. Fue el tiempo en el que se produjeron con frecuencia films de esta temática y estética, como El ladrón de Bagdad (1961) y Simbad y el ojo del tigre (1977), entre otras muchas, y más recientemente, ya en pleno siglo XXI, algún otro título como Simbad, la leyenda de los siete mares (2003), en este caso en formato "cartoon".

En especial los cincuenta y sesenta fueron años especialmente buenos para este tipo de fantasía orientalizante, con títulos como este Simbad y la princesa, curiosa muestra de un cine de aventuras ingenuo e infantil, pero sin duda muy eficaz en su resultado de cara al espectador. El director, Nathan Juran, fue un modesto profesional procedente de la dirección de arte, en cuya filmografía como realizador abunda el cine de aventuras; aquí se planteó el film como un tebeo de preciosas viñetas, en las que va introduciendo periódicamente monstruos varios, como el cíclope de un solo ojo, directamente inspirado, evidentemente, en el Polífemo de La Odisea, o el curioso dragón digamos “con pluma” que guarda la cueva.

Los efectos especiales fueron cosa del mago Ray Harryhausen, todo un especialista en los F/X analógicos, auténtico creador en la sombra de pequeñas maravillas como Furia de titanes (1981) o Jasón y los argonautas (1963), a pesar de lo cual, en este caso, y aunque están bastante logrados, no puede evitar que en ocasiones se noten las transparencias y las maquetas, aunque el tono naif del empeño le confiere un carácter fantástico en absoluto desagradable.

Juran alterna con buen sentido las escenas de acción y aventura con las amorosas entre el capitán y la Princesa, con lo que la cinta se deja ver con facilidad. En la interpretación, la pareja protagonista hace una labor discretita, estando los demás actores y actrices a una altura más bien mediana. Aceptable fotografía de Wilkie Cooper y muy acertada la música de un maestro como Bernard Herrmann, inolvidable en tantos “scores” de Hitchcock.

La ambientación de la ciudad de Bagdad es excelente; y es que se rodó en... La Alhambra de Granada, al igual que otras localizaciones que también se hicieron en  España, como fue el caso de las Islas Baleares. No en vano el director de arte fue nuestro doblemente oscarizado Gil Parrondo, que se lució a fondo.

(20-01-2022)



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88'

Año de producción

Simbad y la princesa - by , Jan 20, 2022
2 / 5 stars
Fantasía orientalizante