Creemos que aún no se ha realizado la gran película sobre el fútbol, tal vez porque es realmente difícil abarcar lo que es el deporte rey en el que entran en juego tantos jugadores. Este film británico, aunque tenga de fondo el balompié, en realidad es un drama de la rivalidad real que se estableció en los años 70, entre dos de los más importantes entrenadores de la Premier inglesa, Don Revie y Brian Clough. Para ello Tom Hooper se basa en el libro escrito por David Peace, adaptado por Peter Morgan, el guionista de The Queen, en el que cuenta como Brian Clough, entrenador del humilde Derby County, cuando estaba en tercera división y le tocó enfrentarse al campeón de la Premier, el Leeds United, su entrenador, Don Revie, no le dio la mano. Esto lo tomó como una humillación y prometió vengarse.
Logró subir al equipo hasta llegar a la primera división y cuando se enfrentó a él fue derrotado de nuevo. Pero cuando Revie abandonó el Leeds para ser seleccionador nacional, y Clough fue fichado por el equipo, intentó imponer su forma de juego obviando todo lo anterior, a lo que se opusieron los jugadores, que añoraban a Revie, y duró tan sólo 44 días.
Ésta es pues la historia de una gran rivalidad, la del ascenso a la gloria y la caída a los infiernos de Brian Clough, un hombre con una arrolladora personalidad. Es también el relato de una gran amistad, la de éste con Peter Taylor, su segundo en el banquillo, que era quien realmente tenía la clave de su éxito, el que sabía fichar y llevar al equipo al triunfo desde la sombra, con humildad, mientras que su amigo se llevaba la gloria de ser el entrenador revelación. Es igualmente el relato de la soledad en los banquillos a la hora de tomar decisiones, de la pasión por este deporte, del orgullo y del honor en el éxito.
El guión embarulla la trama con tantos saltos atrás y adelante, tratando de exponer lo que era ese fútbol duro de antaño, del triunfo en el barro logrado a base de sudor y sangre, sin las cifras millonarias que hoy ganan las grandes figuras. Una realización bastante correcta, con buena ambientación de la época y unos actores eficaces, tanto principales como secundarios, como es habitual en el cine inglés, destacando entre los primeros Michael Sheen y entre los segundos Timothy Spall.
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