Pelicula:

[Esta película forma parte de la Sección Oficial del 21 Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF’2024)]

El cine, como es obvio, bebe de todo tipo de veneros; también de hechos reales, y no digamos si se trata de hechos criminales. Como será la cosa que se ha inventado hasta un término anglosajón, “true crime”, “crimen verdadero”, para canalizar todo ese tipo de audiovisuales que retratan historias delincuenciales, cuanto más brutal mejor.

Pues esta The girl with the needle (literalmente, “la chica con la aguja”) está inspirada en, efectivamente, una serie de crímenes reales, acontecidos en este caso tras la Primera Guerra Mundial, en Copenhague. En ese contexto conocemos a Karoline, una mujer cuyo marido está luchando en la entonces conocida como Gran Guerra, pero del que no tiene noticias desde hace tiempo, creyendo que está muerto. A Karoline no le alcanza con la menguada paga en una fábrica de uniformes para el ejército, así que pide el complemento de pensión; el director, Jorgen, no lo puede aceptar al no demostrarse que, efectivamente, el marido está muerto, pero a cambio se le insinúa y ambos terminan liados. Aunque Karoline queda embarazada y Jorgen le promete matrimonio, cuando se entera su estricta madre, la baronesa, ésta se encarga de desbaratar la promesa y de que la joven se quede, literalmente, en la calle. Ahora, con un niño creciendo en su vientre, Karoline intentará hacer que no crezca usando una aguja de hacer punto...

Magnus Von Horn (Gotemburgo, 1983) es un director y guionista sueco, aunque se formó en Polonia, en la Escuela de Cine de Lodz. Tiene por ahora una carrera no demasiado larga, compuesta de varios cortos, un capítulo de una serie y tres largometrajes, entre ellos Después de esto (2015), una curiosa aunque no totalmente conseguida aproximación al mundo de la adolescencia (muy) problemática. Con esta The girl with the needle pone en imágenes una historia basada en la verídica historia de Dagmar Obervye, una mujer madura que en 1919 fue juzgada y condenada por matar a un buen número de bebés en lo que supuestamente era una especie de agencia de adopción clandestina. Sobre esos hechos reales Von Horn monta su historia, que tiene bastante de Dickens, nos parece, aunque sea en Copenhague, con su joven arrojada al arroyo por el rico de turno (un pelele en manos de su madre, a cuyo lado la señorita Rotenmeyer es Mary Poppins...), el embarazo correspondiente (¿qué sería del melodrama si no hubiera embarazos? Se acabaría el género...), la caída en las manos de la arpía correspondiente, y el engaño en el que cándidamente se mantiene cuando cree “hacer lo correcto”, frase que repite machaconamente la asesina.

La película tiene una muy cuidadosa factura, con un blanco y negro que recuerda poderosamente el cine expresionista, en cuyo “look” evidentemente ha bebido el diseño de producción, consiguiendo una ambientación exquisitamente miserable, si vale el casi oxímoron. Sin embargo, nos tememos que Von Horn ha estirado demasiado la trama, convirtiendo lo que podría haber sido un film mucho más sintético y directo en una historia que, sobre todo en la segunda parte, parece que no va a terminar nunca, dando vueltas sobre lo mismo, con los bebés que van llegando al antro donde terminarán sus escasos días, con la ingenua protagonista dando de mamar a esos bebés y también a la niña de 7 años de Dagmar, como parte de pago en especie por haber entregado ella misma al suyo, sin saber que la asesina pasaportaba a las criaturas muy gentilmente al otro mundo, cuando apenas habían llegado a este.

Como casi siempre en el cine moderno, entonces, demasiado metraje para lo que se nos narra. Eso sin contar la tentación del “grotesque” y del feísmo, con un circo que recuerda poderosamente el de la mítica La parada de los monstruos (Freaks) (1932), una de las obras maestras de Tod Browning. No es la única referencia cinéfila; entre otras aparece hasta un plano que homenajea claramente al considerado primer film de la Historia del Cine, La salida de los obreros de la fábrica.

Buen envoltorio, entonces, pero con un contenido que se alarga innecesariamente, aparte de que los personajes, incluso los dos principales, carecen de trasfondo, de poso, son un poco marionetas en manos del director y guionista.

Ciertamente el trabajo de las dos actrices protagonistas, la joven Vic Carmen Sonne, y, sobre todo, la madura y estupenda Trine Dyrholm (a la que hemos admirado, entre otras, en Un asunto real y Reina de corazones), es excelente, de lo mejor de la película, que ha sido seleccionada por Dinamarca para representar al país en los Oscars.

(11-11-2024)


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115'

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The girl with the needle - by , Nov 11, 2024
2 / 5 stars
Dickens en Copenhague