El dios Jano, el de las dos caras, uno de los más peculiares de la mitología romana, tiene en esta película un papel determinante, por varios motivos (que no destriparemos: nada de “spoilers”, al menos conscientemente…). Lo curioso es que algo así ocurre también con el director del filme, el alemán de nombre quilométrico, Florian Henckel von Donnersmarck, que nos deslumbró hace cuatro años con la espléndida La vida de los otros, matizadísimo relato de la conversión a la causa de la Humanidad de un espía felón, de un inquisidor de la tenebrosa Stasi, la policía política del régimen comunista que durante más de cuarenta años mantuvo a una parte de Alemania bajo una sanguinaria dictadura.103'