Pelicula:

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Definitivamente, el neowéstern ha venido para quedarse. Aunque obviamente referenciado siempre con sus antecedentes, el wéstern clásico jolivudense de los años treinta a cincuenta, y el eurowestern italo-español de los años sesenta, el neowéstern del siglo XXI se ha abierto a una amplia gama de posibilidades, como intentamos explicar en el artículo publicado en CRITICALIA, titulado El neowéstern como reformulación del cine del Oeste (y II). Las nuevas miradas del siglo XXI. Una de las posibilidades que el neowéstern ha explorado en este siglo ha sido la de la mirada del extranjero, o desde el extranjero; vale decir la reinterpretación de los mitos del cine del Oeste hecho por gente ajena a Estados Unidos, pero ambientando las películas en un universo geográfico, temático, estético, que se puede identificar plenamente como dentro del género wéstern.

Es el caso de esta Tierra de violencia (título que nada tiene que ver con el original, Never grow old, que podría traducirse de forma más o menos libre como “Nunca envejecerán”), una película europea que ha contado con la producción de hasta cinco países del Viejo Continente, siendo Irlanda la nacionalidad que ha dirigido el cotarro, tanto por su mayor participación en el proyecto como por la localización del rodaje, y por la aportación del director y de buena parte del equipo artístico y técnico. Su mirada es a la vez clásica y moderna; la historia se ambienta, supuestamente (en realidad está rodada en su mayoría en paisajes irlandeses) en Garlow, una localidad en el camino hacia California, en 1849, cuando se extendía hacia el Oeste el éxodo de los emigrantes que estaban llegando a América desde Europa, alentados por la posibilidad de establecerse en la parte occidental de Estados Unidos, un territorio todavía por explorar para la raza blanca (donde los amerindios vivían desde hacía miles de años, desde luego...). En ese contexto, conocemos a Patrick Tate, un emigrante irlandés que se ha establecido en la localidad, aunque sueña con seguir hacia California; está casado con Audrey, una mujer francesa, y tiene dos niños pequeños, chico y chica. Patrick es el carpintero y el enterrador del pueblo, que vive bajo la férrea ley religiosa de la iglesia del lugar, una iglesia protestante, fe a la que los muy católicos esposos Tate se han convertido para ser admitidos como una familia más en un grupo extremadamente puritano que abomina del alcohol, las mujeres y el juego. Cuando llega al pueblo un grupo de cazarrecompensas, comandado por Dutch Albert, un tipo sin entrañas, la situación del pueblo, y de los Tate, se verá seriamente comprometida...

Ivan Kavanagh (Dublín, 1973) es un cineasta irlandés con una obra relativamente corta, solo seis largometrajes desde 2007 en que debutó. Su cine ha transitado casi siempre por los terrenos del terror, aunque de forma muy peculiar, intentando alejarse de los tópicos del género. Tierra de violencia no se incluye en ese tipo de cine, pero es evidente que sí hay elementos en ella que lo recuerdan, como el miedo atávico que produce el villano y su banda en el pueblo y, sobre todo, en el protagonista, que, a su pesar, será cómplice por omisión de los asesinatos de los malhechores y se beneficiará económicamente de ello, al recibir una moneda de plata por cada muerto enterrado.

Ese beneficio económico, y también esa cobardía por no enfrentar a los que sojuzgan a la comunidad (y asedian insidiosamente a su mujer), será de alguna manera el centro y eje del film, en una suerte de redención que, claro está, se producirá en el desenlace de la historia: en eso el film es muy clásico, y también en sus evidentes homenajes visuales a John Ford (hablar de Centauros del desierto no sería ocioso). Pero también busca Kavanagh su toque personal, presente en la plasmación de un universo donde todo es oscuro y lóbrego, incluso feísta, con esas calles del pueblo permanentemente enlodadas, con esa taberna donde todo libertinaje tiene cabida, en un paisaje donde nunca sale el sol y llueve con tanta frecuencia. Con cierta tendencia al tremendismo, como es habitual en el cine hodierno, Tierra de violencia se constituye en un interesante neowéstern que juega razonablemente bien con las constantes del género y las “aggiorna” para hacer un producto más atractivo, con esa figura central del enterrador, poco frecuente en el género, y no digamos en el cine en general, aunque los ritos de su oficio relacionados con los asesinados por el malo (lavado de los muertos, construcción del ataúd, enterramiento, recibo del pago de una moneda de plata por esos servicios) se repiten quizá con demasiada frecuencia, si bien es cierto que esas monedas, que simbólicamente alguien cuantifica en 30, como las de Judas, tendrán una influencia decisiva en el desenlace tanto real como figurado del film.

Kavanagh consigue una apreciable tensión en las escenas que comparten los protagonistas con los antagonistas, una tensión que recuerda, por su forma sorda y a fuego lento, a las que suele utilizar y ha puesto de moda Quentin Tarantino. Preñada de negros presagios, con una música cuasi fúnebre que da entrada a sonidos que recuerdan aullidos de coyotes, o de lobos, la película contiene algunas escenas tremendas, como la de la ejecución de la chica adolescente; por otro lado, a veces Kavanagh se hace demasiado presente con subrayados como los continuos contrapicados que utiliza con el pastor de la iglesia cuando declama sus rígidos sermones.

Film irregular, con un guion con flecos, sin embargo no deja de ser un neowéstern estimulante a pesar de sus errores; además de contar con un protagonista poco frecuente (cobarde, cómplice por miedo y por lucro económico), tiene, sobre todo, un estupendo grupo de malos, en especial el que hace John Cusack, un tipo que impone el terror con su voz susurrante y su mirada de acero, uno de los mejores villanos que hemos visto en los últimos tiempos, y que nos devuelve en gran forma, y en un personaje tan distinto, a aquel actor que se hizo perito en tipos balbucientes.

(26-03-2020)


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100'

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Tierra de violencia - by , Mar 26, 2020
2 / 5 stars
30 monedas de plata