Una mujer italiana

CINE EN SALAS

Esta producción cuenta el ascenso de una mujer pobre y audaz que se convirtió en una de las grandes empresarias del siglo XIX en favor de la religión católica y en defensa de los más pobres y desfavorecidos, comenzando por los huérfanos de la región de Lombardía.

La fuerza de voluntad, valor y habilidad para los negocios, superaron el sexismo y la violenta intolerancia anti-italiana de los norteamericanos del siglo XIX, ejercidas sobre los pobres de los barrios bajos poblados por italianos. Narra la historia de la misionera católica italiana Francesca Javiera Cabrini, nacida en el año 1850 y fallecida en 1917 a los 67 años de edad.

Esta religiosa estaba empeñada en extender la labor de su congregación por todo el Extremo Oriente para lo que escribió cerca de una docena de cartas al Papa León XIII, que le eran denegadas sistemáticamente, y finalmente fue llamada a Roma para darle la negativa en persona y en ese momento descubrió que no era el Papa quien le denegaba su petición, sino un obispo, y pidió ser recibida por el Pontífice al que expuso su idea, que acogió con cariño y le animó a llevarla a cabo.

En principio comenzó por los Estados Unidos, a donde se marchó con la compañía de cinco hermanas y en la ciudad de Nueva York comenzó por fundar un orfanato en el barrio de Five Points para niños pobres italianos, que eran desatendidos por los norteamericanos, que vivían en barrios marginales en condiciones infrahumanas de auténtica pobreza.

El obispo de Nueva York, monseñor Corrigan, le negó su auxilio material y le prohibió que pidiera ayuda a las autoridades; ella obedeció, pero se fue a la prensa, al periódico más influyente, el New York Times, tomó a uno de sus reporteros de la mano y se lo llevó a que viera in situ la miseria en la que vivían los niños de aquellos barrios. El reportero escribió un artículo realmente incendiario y la ayuda le llovió en forma de cartas acompañadas de dólares para su ayuda.

Francesca Cabrini era una mujer con una gran fuerza de voluntad a pesar de diagnosticarle una enfermedad por la que le daban los médicos un máximo de cinco años de vida, pero logró sobreponerse a ella, debido a su gran empuje, ya que no se arredraba ante ninguna dificultad que se le pusiera por delante y así logró extender su obra a todos los confines del mundo, por cuya estupenda labor cristiana fue finalmente canonizada.

El film cuenta muy bien esta historia, que se hace un poco larga para incluir tantas cosas y conquistas realizadas por la monja, con un ritmo algo lento, pero con un buen trabajo interpretativo de Cristiana Dell’Anna encarnando a Francesca Cabrini.

Está dirigida por el cineasta mexicano Alejandro Monteverde, que lleva la historia al ritmo requerido para darla a conocer.