Una noche muy moral

Károly Makk pertenece a la misma generación que un buen puñado de cineastas húngaros que pusieron los cimientos del cine magiar tras la época del cine mudo. Directores de alto nivel como Miklós Jancsó, Zóltan Fábri, Pál Gábor, Márta Mészáros e István Szabó rodaron casi todo su cine ya dentro de la ortodoxia comunista arribada a Hungría tras la Segunda Guerra Civil, pero, como sus colegas de época y oficio, también Makk procuró hacer un cine relativamente libre dentro de las difíciles condiciones de censura del régimen prosoviético. La carrera de Makk, además, fue muy dilatada, empezando a hacer cine a principios de los años cincuenta y prolongando su filmografía hasta ya entrado el siglo XXI, siendo 2010 la fecha de su última película, ya a los 85 años de edad.

Una noche muy moral se ambienta a finales del siglo XIX, en la Hungría católica y moralista de la época; en ese contexto histórico, un burdel tendrá que cambiar de apariencia para acoger a la madre de un joven allí alojado... Podríamos definir el film como una comedia de costumbres. A través de las secuencias de la película iremos conociendo como vivían determinados sectores de las poblaciones magiares de finales del siglo XIX. Así, entre otros estratos sociales, conoceremos a las fuerzas vivas de la localidad y cómo les gusta el juego y la bebida, pero también a las chicas de vida alegre cambiando sus vestidos para engañar a la madre del joven, por cierto de natural entrometida y alcahueta.

Adaptando a la pantalla la novela A võrõslámpás ház (literalmente “La casa de la linterna”), de Sándor Hunyady, el realizador Károly Makk supo poner en imágenes con coherencia una historia original, simple en su planteamiento y realista en sus resultados. La narración da pie también a una reflexión sobre la vida que llevan las muchachas de la casa de trato, sin filosofías desmadradas ni hacer ninguna tragedia de ello, sino con inteligencia y sensibilidad. El director consigue evitar el posible tono teatral en el que podría haber incurrido la cinta, toda vez que casi toda ella trascurre en interiores.

La fotografía de János Tóth, de tonos rojizos y colores cálidos, contribuye decisivamente a crear el ambiente preciso. Bien los intérpretes, todos desconocidos para el espectador occidental.

(17-01-2022)