Pelicula:

Guillermo Rojas (Córdoba, 1981), junto a la realizadora Laura Hojman, constituyeron en 2003 la productora sevillana Summer Films. Desde entonces han mantenido una regular actividad produciendo o coproduciendo un buen puñado de films de todo tipo: inicialmente cortos y documentales, ahora también largos de ficción. Hojman ya ha dirigido varios documentales (Tierras solares, sobre la figura de Rubén Darío, y Los días azules, sobre Antonio Machado), y Guillermo Rojas se estrena ahora en la dirección con esta sensible Una vez más, que se inicia con una cita de Antonio Machado, “solo recuerdo la emoción de las cosas, y se me olvida todo lo demás”, que ejemplifica muy bien el sentido de este film, una película fundamentalmente hecha de emociones.

La historia arranca con Abril, una treintañera hispalense que abandona Londres, donde vive desde hace algunos años, trabajando en el estudio del arquitecto Norman Foster, para volver a Sevilla para el velatorio y sepelio de su abuela, que acaba de fallecer. Allí se reencontrará con Dani, su exnovio, al que no veía desde hacía cinco años. Ambos, antes del funeral, tendrán tiempo para recordar los tiempos en los que estaban juntos, primero con añoranza y nostalgia, aunque, inevitablemente, surgirá también el recuerdo de los agravios mutuos, aquellas cosas con las que se hicieron daño recíprocamente, seguramente sin quererlo, y lo que es peor, sin saberlo...

Una vez más tiene sus mejores bazas en la frescura de sus diálogos y en la credibilidad de las escenas de los dos ex, que comienzan hablando del tiempo en el que estuvieron juntos, de cuán profundamente se conocen, con un halo de cierta nostalgia tamizada, con una intención contenida porque aquello que una vez fue, pudiera volver a serlo una vez más, como preanuncia el título del film. Es esa frescura, esa sensación de verdad lo mejor de esta sensible, romántica pero no empalagosa historia de amor o desamor, de amor averiado que busca desesperadamente un taller donde arreglarse, un amor en el que es posible atisbar cierta llama en el rescoldo.

Es, desde luego, cine de diálogos de parejas, a la manera de la trilogía amorosa de Richard Linklater (recuérdese: Antes de amanecer, Antes del atardecer, Antes del anochecer), o ahora de Jonás Trueba, el hijo de Fernando, en films como Los exiliados románticos y La reconquista, a la que Rojas se refiere explícitamente al ser el film que, en el sevillano cine Avenida, van a ver los dos ex en las horas en las que están juntos al regreso de ella de Londres.

Generacionalmente, Una vez más es también un cierto retrato de esa gente que frisa los treinta, que aún se siente y se cree veinteañero, pero que inevitablemente tendrá que ir diciendo adiós a Peter Pan para afrontar ese momento tan duro y decisivo en el que se asume que quizá los sueños que revolotearon por nuestras mentes en la adolescencia y primera juventud nunca se cumplan. Los personajes se desnudan emocionalmente: ella, inteligente y magníficamente preparada, que tuvo que dejar atrás su tierra para buscarse un porvenir muy lejos de su casa; él, con cierta tendencia a la baja autoestima, de lo que da una “master class” cantando sobre sí mismo una canción henchida de amargura.


Con diálogos irónicos, que no sarcásticos ni sardónicos, Una vez más tiene sin embargo su talón de Aquiles en cierta tendencia a la postalita, a enmarcar sus sabrosas conversaciones entre los dos que lo fueron todo y ahora no son nada (aunque quizá quieran volver a ser algo), en las típicas, también tópicas imágenes sevillanas habituales en cualquier guía turística, del barrio Santa Cruz a las Setas, del puente Triana a la Plaza de España, incluso con la Giralda enmarcada en lontananza. Ese recursos a la postalita, aunque comprensible por la belleza de la ciudad como marco, como paisaje para las idas y venidas de quienes fueron y ya no son, ciertamente va en menoscabo del interés de la trama, aportando una cierta artificiosidad que no es lo mejor para una película que parece tan de verdad. 

Guillermo Rojas, en su primera película como director, nos parece que apuesta por el estilo impersonal, sin florituras ni subrayados. Habrá que verlo en otros empeños; aquí su labor es correcta pero no superlativa. Claro que, como primer trabajo, se puede considerar que el resultado es más que decente. En cuanto a los intérpretes, gratísima sorpresa la de Silvia Acosta, una actriz de dilatada carrera teatral pero todavía muy corta trayectoria audiovisual, que es sin duda lo mejor del film: fresca, auténtica, creíble, en su boca los diálogos saben a verdad. Ella “es” Abril, la arquitecta que tuvo que partir a Londres para buscarse la vida, aunque tuviera que dejar atrás a su amor. Jacinto Bobo, el actor que encarna a su ex, hace un trabajo correcto.

(01-01-2020)


 


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112'

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Una vez más - by , Oct 23, 2020
3 / 5 stars
Antes del funeral